El fotógrafo movió el vidrio de una de las ventanas para fotografiar al hombre que yacía sobre la caja del motor. No vi la herida por lo que propuse que quizás estaba desmayado, pero mi tesis fue confrontada por el charco de sangre
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Historias
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Historias al atardecer: La distancia de un me encorazona
“Soledad tendría que tener otro nombre, de repente llamarse Alicia, porque es una maravilla.” Un like, luego un comentario, un mensaje por interno y así el amor labra surcos en la carretera de la virtualidad, cosas de millenials.
Historias al atardecer: “Nunca te vayas sin despedirte, amor”
Por: Sarko Medina Hinojosa —Hola. —Hola. —¿Nos despedimos en la mañana? Digo…
Historias al atardecer: Mamá… ¿Soy malo?
Es que así lo siento, no sé, a veces pienso que por eso me porto mal y te hago renegar, que por eso no tengo amigos y nadie me quiere. A veces me siento raro, como si no encajara en ninguna parte, hablan a mí alrededor pero no los entiendo
Cinepsis. Cuento: La fiesta
Se levantó de un sobresaltó tan cansado aún y desconcertado por el atardecer que se asemejaba a un dios antiguo que acaba de crear el mundo y lo aborrece por completo. Se acomodó las serpentinas de colores y sacó de su chuspa varias hojas de coca, las masticó con hambre y se repuso un poco del letargo
Historias al atardecer: Mi mejor inversión, mi esposa
Quiera Dios que cuando me muera, recuerden que fui un buen padre, pero no será así; si me recordarán será por mi esposa. Suena raro, pero de no ser por ella ahora no tendríamos nada: ni los taxis, ni la casa y menos los hijos en la universidad.
Historias al atardecer: Un domingo cualquiera
La balacera es una fiesta de ruido seco y sin eco en la mañana entrada en calores infernales. Es domingo en todos lados y se siente en las calles tranquilas, rota la tranquilidad solo por ese retumbar extraño y solitario que se repite cuatro veces en el aire urbano del barrio. Son balazos.
Historias al atardecer: “Mi libertad”
Cuando el cielo que veía tenía ya ocho años de contemplado, el niño sintió las ganas de cantar algo. Pero no lo hacía por la vergüenza del qué dirán. Hasta tenía la canción aprendida.
Kinra anuncia estreno en cines el 14 de noviembre
La premiada película peruana, hablada en quechua, llega con seis galardones del Festival de Cine de Lima y el máximo reconocimiento en Mar del Plata. La producción promete romper estereotipos del cine andino.
Historias al atardecer: Puño y caricia para el dolor de muelas
De verdad… no sé cómo empezó. Creo que no tenía ganas de comer y fingí que la carne estaba pasada y la ensalada, como siempre, no tenía limón… Debería acostumbrarme, pero no estaba bien, ya sabes: el cansancio me ganó.