El dueño de un local nocturno ubicado en la Av. Dolores vivió meses de amenazas antes de que los extorsionadores ejecutaran su advertencia con disparos. Desde septiembre de 2024, los delincuentes le exigían S/ 200 semanales para permitirle operar sin recibir ataques.
El empresario ignoró los mensajes de WhatsApp y llamadas intimidatorias, pero en enero la situación escaló. El lunes 6 intentó denunciar el caso ante la Divincri, pero debido a demoras se retiró. Dos días después, sicarios dispararon más de 12 veces contra su negocio.
El ataque, registrado por cámaras de vigilancia, dejó ventanas destruidas y generó alarma en la zona. Los agresores, a bordo de una motocicleta, huyeron sin ser interceptados. A pesar de tener evidencia en video, la Policía aún no ha capturado a los responsables.
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El ataque contra el local refleja la gravedad del crimen organizado en Arequipa, donde bandas criminales, presuntamente integradas por extranjeros, han incrementado sus operaciones. Una mujer venezolana, que grababa el ataque, fue detenida y trasladada a la Divincri el día que se realizaron los disparos.
Por su parte, el general Olger Benavides Ponce de León indicó que el uso de motocicletas y la precisión de los disparos evidencian un modus operandi profesional que inquieta a la ciudadanía. Vecinos expresaron su temor ante la escalada de violencia y la falta de respuestas efectivas.
El alcalde Fredy Zegarra Black anunció un reforzamiento del sistema de videovigilancia y patrullajes permanentes del Serenazgo en coordinación con la PNP. Se espera una reunión clave el 14 de enero para definir nuevas estrategias preventivas.
Mientras continúan las investigaciones, el ataque al local Deluxe pone en evidencia los desafíos que enfrenta Arequipa ante la expansión de redes criminales y la necesidad de acciones contundentes para proteger a la comunidad de la delincuencia del crimen organizado.
