Un niño de seis años murió en el hospital Goyeneche luego de recibir un pelotazo en el estómago. Los padres cuestionan la falta de un diagnóstico oportuno en el centro de salud de Zamacola lo que habría provocado que no reciba un tratamiento adecuado.

Fabian, un niño de tan solo seis años falleció tras recibir un pelotazo en el estómago mientras jugaba en su colegio Jesús de Nazareth de CIRCA en el distrito de Cerro Colorado. El menor comenzó a presentar fiebre y malestares días después del incidente, pero no recibió un diagnóstico adecuado a tiempo. Su madre y su padre, devastados, demandan una investigación.

Según relataron los padres, el menor empezó a mostrar síntomas de fiebre y dolor abdominal desde el domingo. A pesar de acudir a un médico particular, solo le recetaron medicamentos para el malestar en la garganta. La situación empeoró el martes, cuando el niño presentó diarrea, vómitos y dificultad para respirar, lo que obligó a sus padres a llevarlo a un centro de salud.

El niño fue atendido en el hospital Goyeneche, donde le colocaron suero y oxígeno debido a su grave estado. Sin embargo, su condición continuó deteriorándose por lo que lo trasladaron a la unidad de trauma shock. Los médicos informaron que su pulso cardíaco y respiración disminuían rápidamente, y a las 7 de la mañana del jueves 31 de otubre, el pequeño falleció.

La madre del menor señaló que en ningún momento el personal de salud identificó que el pelotazo que había recibido en el colegio podría ser la causa de su dolor abdominal y su posterior fallecimiento. “Nos dijeron que solo era una infección de garganta”, expresó, lamentando la falta de exámenes más detallados para detectar una posible lesión interna.

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Exigen investigación

La familia del niño ha pedido que se investigue tanto al colegio donde ocurrió el incidente como al sistema de salud que no logró darle la atención que necesitaba. El padre del menor destacó que hubo una demora en la atención debido a una huelga en el centro de salud de Zamácola, lo cual pudo haber influido en el desenlace.

El caso ha generado indignación entre los padres y la comunidad, quienes exigen que se tomen medidas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir. Las autoridades de salud aún no se han pronunciado oficialmente, pero se espera una investigación para determinar si hubo negligencia en el diagnóstico y tratamiento del menor.

Este trágico suceso deja una reflexión sobre la importancia de brindar atención médica oportuna y de calidad, especialmente en situaciones de emergencia. La familia del menor espera que su pérdida ayude a visibilizar estas deficiencias y que se eviten futuras muertes que podrían ser prevenibles.