La construcción de la piscina del Club de Contadores, impulsada en 2023 por los entonces directivos Quintín Pino Tellería y Walter Manrique Medina, terminó convertida en un laberinto de irregularidades: una adjudicación directa sin competencia, un proyecto incompleto, ausencia de permisos municipales y fallas técnicas graves. El resultado: la obra está paralizada, la municipalidad de Sachaca ordenó su demolición y el Colegio de Contadores carga con multas y pérdidas.
Contrato dirigido
Lo que debía ser la primera etapa de un proyecto institucional terminó hundido antes de llenarse de agua. El 4 de mayo de 2023, en una sesión del Consejo Directivo, se aprobó la construcción de la piscina del Colegio de Contadores sin que el directorio recibiera un debate previo documentado. Esto pese a que el propio acta mencionaba supuestas discusiones anteriores. El único expositor fue el arquitecto Richard Murillo, cuya empresa sería luego la única beneficiada.
Aunque la memoria descriptiva hablaba de convocar una licitación pública, nunca ocurrió. No hubo invitaciones, competencia ni evaluación de alternativas. La constructora Murillo MMM Design and Construction Services SAC presentó el único proyecto y lo recibió todo. Ni siquiera se conformó una comisión técnica para analizar la propuesta que se aprobaría a ciegas.
Peor aún, el directorio solo acordó la ejecución de la primera etapa por S/ 600 mil, pero el contrato firmado el 2 de agosto incluía una segunda etapa de más de S/ 870 mil sin aprobación previa. El monto total del contrato, S/ 1’470,267.98, no coincidía con el presupuesto arquitectónico de apenas S/ 1’026,916.21. Nada calzaba, pero aun así se procedió.
Ese mismo día, y de manera inexplicable, se firmó también una adenda por adicionales de más de S/ 70 mil. Un añadido firmado antes de que la obra empezara, cuando este tipo de adendas solo procede por hallazgos en la ejecución. El documento parecía adelantarse a los problemas que aún no existían —al menos, no oficialmente.
Obra hace agua
Como si fuera poco, la obra arrancó sin licencia de construcción. La Municipalidad de Sachaca lo constató en una fiscalización realizada el 27 de febrero de 2024: no había expediente técnico presentado, ni autorización, ni trámites. Todo se levantó al margen de la norma, arrastrando al Colegio de Contadores a una contingencia legal que ya se tradujo en una multa de S/ 10,700.
El informe técnico posterior revela un panorama más turbio: no hubo supervisor de proyecto ni de obra, y las estructuras ejecutadas ponen en riesgo la vida de las personas. El muro de contención, hecho de concreto ciclópeo y sin estudio de suelos, podría colapsar sobre la cancha de fulbito en cualquier momento. Las fotos muestran que incluso se construyó sobre agua.
También se detectaron fisuras, desplazamientos, mala compactación del concreto, tabiques de drywall inapropiados para ambientes húmedos y una arquitectura incompleta. Las instalaciones eléctricas ni siquiera existen en expediente. La lista de deficiencias parece interminable, y da cuenta de un proyecto levantado sin rigor técnico ni control institucional.
Las consecuencias ya son visibles: la obra está paralizada, la municipalidad ha ordenado la demolición de lo avanzado y el Colegio de Contadores deberá evaluar cómo enfrentar los costos, contingencias laborales y riesgos estructurales que dejó esta fallida aventura constructiva. Nada garantiza que lo invertido pueda recuperarse.
Aun así, los responsables de este episodio —Quintín Pino y Walter Manrique— buscan volver a dirigir el Colegio en las elecciones de este 15 de noviembre. Pino encabeza la lista 2 (aunque fue retirado de la contienda por otra sanción del Colegio de Contadores) y Manrique la lista 1. Ambos buscan un retorno que genera inquietud entre los agremiados, pues la piscina sin licencia y llena de fallas sigue ahí, como un recordatorio de lo que pasó cuando estuvieron al mando. Además, se teme que, al ganar uno de los dos, hagan lo posible por ocultar o tratar de dejar en el olvido la serie de irregularidades que cometieron al intentar construir la piscina para su orden.
