Oswaldo Calle Talavera. Analista Político
Boluarte es esa niña que abraza su muñeco y que no escucha a su mamá. Aunque le haga mal, aunque huela mal, aunque la haga ver mal, no le importa; ella quiere a su muñeco y lo abraza, no se va a separar de él.
Juan José Santiváñez fue censurado por el Congreso por su mala gestión como ministro del interior. Pero pocos días después, Boluarte, quien parece deberle algo, lo nombró como Jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental del Despacho Presidencial. Un asesor. Hoy Santiváñez deja el cargo y asume el Ministerio de Justicia. Se convierte en el ministro censurado con 79 votos que regresó siendo el mismo, pero con diferente escritorio.
Santiváñez es ahora el asesor legal de la presidencia y del Consejo de Ministros. No importó que tenga tres investigaciones penales o impedimento de salida del país por 18 meses, o que un fiscal haya afirmado que pidió 20 mil dólares para «asegurar un caso» en el Tribunal Constitucional. Boluarte «pechea» al sistema y al Congreso con una designación que parece será hasta octubre, porque el nuevo titular de justicia quiere postular al Congreso.
Boluarte tiene poca sangre en la cara o tiene tan poca como Santiváñez. Lo demostró cuando le enseñó a una periodista la pauta de su programa. No sólo le gusta el poder, le gusta demostrarlo. Su frase «tú sabes que, para subir, todo vale» en unos audios revelados, lo dibuja con claridad.
No importa que un poder del Estado le haya dicho que se vaya, por imperito en su gestión; importa el «que me importa» como gesto político mediante el cual Boluarte reta al sistema y le dice al país, «a quien yo elijo, no lo saca nadie».
Santiváñez tiene autoridad, no sabemos qué le sabe a Boluarte, o qué se deben. Lo que sabemos es que le es indispensable para su gobierno y que es una pieza con una importante cuota de poder que parece algo quiere lograr en estos últimos meses de gobierno.
Llama la atención el apoyo de ciertos congresistas que, sin vergüenza, apoyan a Santiváñez. RenovaciónPopular y su líder hoy alcalde de Lima, han aplaudido la designación, Edwin Martínez y Jorge Montoya dijeron que estaba haciendo un buen trabajo y saludaron su nombramiento. Parece que hay intereses en los que Santiváñez podría ayudar.
Boluarte trabaja en su salida como presidenta. Su «ministroll» está de regreso, y ella ya comenzó a cuidar y aplanar el piso para cuando ya no goce de inmunidad.