El humo blanco que ascendió sobre la Capilla Sixtina este jueves 8 de mayo de 2025 marcó el inicio de un pontificado sin precedentes: Robert Francis Prevost, cardenal agustino nacido en Chicago y con nacionalidad peruana, se convirtió en León XIV, el primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. Su elección fue recibida con alegría y orgullo en nuestro país donde desarrolló gran parte de su labor pastoral durante cuatro décadas.
Raíces en dos mundos
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois. Hijo de Louis Marius Prevost (ascendencia franco-italiana) y Mildred Martínez (ascendencia española), se graduó en Matemáticas por la Universidad de Villanova, donde también estudió Filosofía. Tras ingresar a la Orden de San Agustín en 1977, fue ordenado sacerdote en 1982. Completó estudios en Teología en Chicago y Derecho Canónico en Roma antes de ser enviado a Perú en 1985.
Su primer destino fue la misión agustina en Chulucanas, Piura. Al año siguiente, en 1986, se trasladó a Trujillo como director del proyecto de formación para aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. En Trujillo desempeñó diferentes cargos eclesiásticos, antes de regresar a su Chicago natal para asumir un cargo de prior provincial. Se quedó en el Perú hasta 1999.
De Chiclayo al Vaticano
En 2014, el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo (Lambayeque). Según el Concordato entre la Santa Sede y Perú, los obispos deben tener nacionalidad peruana. Prevost cumplió este requisito en 2015, cuando oficialmente se convirtió en ciudadano peruano. Ese mismo año fue consagrado obispo de Chiclayo.
Durante su gestión en Chiclayo (2015-2023), Prevost se destacó por su cercanía con el clero local. El reverendo Fidel Purisaca Vigil, director de Comunicación de la diócesis durante ese período, declaró a AP: «No importaba cuántos fueran los problemas, siempre mantenía el buen humor y la alegría». Añadió que como obispo, Prevost acostumbraba desayunar y orar junto a otros sacerdotes.
Te puede interesar: Alcalde de Castilla barrerá calles de Corire tras sentencia por maltrato
Su labor no estuvo exenta de controversias. Fue acusado de no investigar adecuadamente denuncias de abusos sexuales en la diócesis, aunque tanto sus colaboradores como la curia diocesana negaron rotundamente estas afirmaciones.
Compromiso pastoral
En diciembre de 2022, durante las protestas que siguieron a la caída del presidente Pedro Castillo, Prevost expresó públicamente su preocupación. Declaró a medios peruanos sentir «mucha tristeza y mucho dolor» por la situación del país. Incluso solicitó al papa Francisco prolongar su estadía en Perú, argumentando: «En cierto sentido no es el mejor momento para dejar el país. Yo quiero seguir acompañando al pueblo».
El arzobispo de Huancayo, Luis Alberto Huamán, comentó a RPP: «Por su modo de ser como obispo, se notaba que amaba al Perú». José Luis Pérez Guadalupe, exministro del Interior que participó en su proceso de nacionalización, lo describió a BBC Mundo como «un hombre muy atento y muy reflexivo, que escuchaba más que hablaba».
Ascenso en la jerarquía eclesiástica
En 2018, Prevost fue elegido vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Cinco años después, en enero de 2023, el papa Francisco lo llamó a Roma para asumir como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Estos cargos, considerados entre los más influyentes en la curia romana, lo colocaron en la primera línea de la sucesión papal.
El analista vaticano Elise Allen comentó a CNN que Prevost era visto como «un líder excepcional» con «claridad en lo que cree que debe hacerse», pero sin ser «demasiado autoritario». Destacó especialmente su experiencia en Perú como factor diferenciador: «Pasó más de la mitad de su carrera eclesiástica como misionero».
Elección y primeras palabras
El cónclave de 2025 eligió a Prevost en el segundo día de deliberaciones. Al aparecer en el balcón de la Basílica de San Pedro, su mensaje incluyó un emotivo saludo en español: «Un saludo a todos aquellos, en modo particular, a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo».
Esta referencia explícita a Perú contrastó con el protocolo habitual de mensajes papales más generales, de acuerdo a especialista citados por CNN. La presidenta Dina Boluarte reaccionó declarando: «Su elección llena de orgullo y esperanza a nuestra nación, que fue su casa, su misión y su fe». Incluso en Lima, fieles celebraron su elección ondeando banderas peruanas frente a la Catedral Metropolitana, como documentaron fotógrafos de AFP.
Reacciones internacionales
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump calificó su elección como «un gran honor» para el país, aunque Prevost había criticado anteriormente sus políticas migratorias. En contraste, el presidente colombiano Gustavo Petro expresó: «Ojalá sea el gran líder de los pueblos migrantes en el mundo».
La Unión Europea, a través de sus principales representantes, mostró disposición a colaborar con el nuevo pontífice. Mientras tanto, Vladímir Putin destacó los «valores cristianos que nos unen» en un mensaje dirigido al Vaticano. También recibió el saludo de líderes del medio oriente.
Retos de un pontificado naciente
A sus 69 años, León XIV asume el liderazgo de mil 300 millones de católicos. Su trayectoria con raíces en la sociedad estadounidense y experiencia pastoral en Latinoamérica representa un perfil único en la historia del papado, según analistas internacionales.
Los desafíos son múltiples: desde la reforma interna de la curia romana hasta el diálogo interreligioso, pasando por la crisis de credibilidad por casos de abusos. Sin embargo, como demostró en sus primeras horas como pontífice, su estilo parece privilegiar el lenguaje sencillo y los gestos concretos sobre los discursos grandilocuentes.
En Chiclayo, donde sirvió como obispo durante ocho años, sus ex colaboradores guardan la esperanza de que su conexión con Perú siga siendo un faro importante en su pontificado. Varios han expresado su esperanza de que el papa pueda visitar nuestro país. Por su edad se tiene la expectativa de un pontificado de al menos 15 años.
