La industria de la construcción y la comunidad científica exploran los geopolímeros como una alternativa sostenible que transforma residuos mineros en materiales de construcción, reduciendo así el impacto ambiental.
Escribe Cris Palomino Ñaupa / Investigadora en Ciencia y Tecnología de Materiales de la Universidad Católica San Pablo
En la búsqueda de soluciones sostenibles, la comunidad científica y la industria de la construcción están enfocándose en los geopolímeros. Un material innovador que promete cambiar la manera en que construimos. Este avance podría ser clave para enfrentar los retos medioambientales de la actualidad.
Los geopolímeros son compuestos inorgánicos que se forman al reaccionar materiales alcalinos con fuentes de silicio y aluminio. A diferencia de los cementos tradicionales, que emiten grandes cantidades de dióxido de carbono, los geopolímeros representan una alternativa ecológica que minimiza la huella de carbono en la construcción.
Actualmente, la ingeniería de materiales ha encontrado en los relaves mineros una fuente para crear estos geopolímeros. Al emplear estos residuos de manera innovadora, se abre la posibilidad de transformar un problema ambiental en una solución que beneficia tanto a la industria como al medio ambiente.
Los relaves mineros, que son subproductos de la extracción de minerales, suelen representar un riesgo ambiental significativo. Pues pueden contaminar suelos y cuerpos de agua incluso después de terminada la explotación minera. Tradicionalmente, su gestión ha sido un desafío, pero los geopolímeros ofrecen una alternativa para aprovechar estos residuos.
Mediante la activación alcalina de los relaves, se desencadenan reacciones químicas que permiten crear materiales duraderos y resistentes. Esto no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también elimina la necesidad de aglutinantes tradicionales, como el cemento Portland, que generan altas emisiones de carbono.
Los beneficios no son solo ambientales; también hay un impacto económico positivo. Al transformar los residuos en materiales de valor, las empresas mineras pueden generar ingresos adicionales, mientras disminuyen los costos de manejo y disposición de relaves.
Este enfoque podría revolucionar la manera en que se gestionan los residuos mineros. Ver estos desechos como una oportunidad para desarrollar soluciones constructivas innovadoras, en lugar de como un problema, es clave para un futuro más sostenible en la industria minera.