Por: Sarko Medina Hinojosa Como dos barcos a la deriva en un mar de indecisiones, sus vidas navegaban paralelas, nunca...
La ceremonia se cumpliría en la capilla del colegio contiguo al albergue, un edificio de piedra gris que se alzaba como un centinela silencioso sobre las vidas de las veinte chicas que allí residían. El aroma a incienso y a flores frescas impregnaba el aire, mezclándose con la expectación palpable de las jóvenes.
Su figura delgada y terrosa, como un edificio cayéndose, es de los recuerdos que siempre esperaba encontrarme durante la primera mañana en cada uno de mis retornos a mi tierra
Hola. Sí, claro, imagino tu sorpresa. Asumirás que esta es una más de esas cartas interminables a las cuales te acostumbré en esa primera etapa de nuestro enamoramiento, cuando enviaba hasta esa tierra nuestra remetida entre valles andinos
La vieja iba todos los días al templo, al salir siempre acariciaba con sus manos huesudas una talla de un ángel de madera del púlpito bicentenario. Como seguridad del templo siempre me doy cuenta de esos detalles
"La historia de amor de Graciela y Camilo" revela un viaje lleno de recuerdos, promesas y despedidas. Disfruta del nuevo cuento de Sarko Medina.