La gestión del gobernador Rohel Sánchez acaba de sumar un nuevo gerente general del gobierno regional. Con la designación de Johan Cano el sábado, luego del despido (porque no renunció) de Norma Mamani, la gestión ya cuenta 4 gerentes generales; es decir un promedio de uno cada seis meses. Tiempo en el que, queda claro, apenas se pueden ir asentando algunas propuestas de estos funcionarios.
Y esto no es lo único. Jessica García Apaza también renunció a la gerencia de Desarrollo e Inclusión Social. Y será suplica por otro funcionario «pallapado», esta vez desde Caylloma. Se trata de Fernando Isuiza, quien fue gerente municipal en Caylloma. Un tipo que incluso idolatraba al exgobernador encarcelado Elmer Cáceres Llica. «Elmer Cáceres es un ícono para Caylloma», dijo alguna vez. Su machismo, comparado al de Llica, se nota en su perfil personal, donde se hace llamar «El Macho Wititi».
Fuera de lo que se ha publicado en diversos medios, Norma Mamani no presentó carta de renuncia, sino que fue despedida por el gobernador. Los motivos, cuentan fuentes cercanas a Norma Mamani, fueron celos políticos por parte del gobernador y de su esposa, Luz Marina Zeballos Patrón.
La denominada «Patrona» se habría molestado con Norma Mamani por participar de la organización del pasacalle por carnavales en el distrito de Hunter. Esto, le increparon, es una clara participación con miras políticas por parte de Norma Mamani. Pues, sin quererlo, estaría opacando a Luz Marina Zeballos, quién sueña con ser diputada. El cuento, cierto o no, debe ser confirmado por la propia Norma Mamani.
El trasfondo de la renuncia de Jessica García sería el mismo: celos políticos y constantes presiones y desavenencias con la esposa del gobernador.
El punto aquí es que por ese tipo de cosas la región no avanza. Mientras el gobernador ya está alistando baterías para su próxima campaña con miras al Senado, porque es el paso que pretende dar, cuentan sus allegados; la región no avanza. Sánchez está solo haciendo anuncios y apagando incendios.
Lo del hospital Goyeneche no pasa de otra trasnochada de Rohel Sánchez. ¿Cuantas veces los arequipeños hemos visto la propaganda anunciando el tan esperado modernizado hospital Goyeneche? Pasó con Yamila Osorio, luego con Elmer Cáceres Llica y luego con la propia Kimmerlee Gutiérrez. Ahora Rohel se suma. Igualmente con la continuación de la vía Arequipa La Joya. Otra serie de anuncios que en verdad no concretan nada.
Lo mínimo que los arequipeños esperábamos de Sánchez era terminar la vía de 4 carriles, los hospitales en provincias, el mejoramiento de vías provinciales como Chuquibamba – Cotahuasi, y la supresión de la corrupción al interior de la región. Pero nada de nada hasta ahora. Es más, este medio y seguro los ciudadanos, siguen percibiendo que la gestión de Sánchez es una de las más corruptas de los últimos años. Ojo, una percepción; aunque basada en muchos casos y denuncias. En fin, nada del desarrollo prometido por Sánchez, pero sí mucho cambio, pero de gerentes que no se alinean a las exigencias de su esposa.