El plan de contingencia del Colegio Arequipa, que busca garantizar la continuidad de las clases durante la reconstrucción de su infraestructura, recién estará listo en mayo, confirmó José Velasco, responsable de Infraestructura de la Ugel Arequipa Norte. Mientras tanto, las estudiantes serán reubicadas en marzo y abril en dos instituciones educativas cercanas, en el turno tarde.
Las alumnas de primaria asistirán a la I.E. 40020 Escuela Ecológica Urbana – San Lázaro, mientras que las de secundaria estudiarán en el Colegio Micaela Bastidas, previa aprobación de este último. En ambos casos en el turno tarde.
Incertidumbre continúa
El retraso del plan de contingencia se debe a la falta de licencias de demolición y construcción, requisitos indispensables para iniciar las obras. Cecilia Jarita, gerenta de Educación, había asegurado semanas atrás que el expediente técnico ya estaba aprobado y que las aulas prefabricadas se instalarían antes de marzo. Sin embargo, el consorcio URBI Proyectos SAC, encargado de la obra, no cumplió con el proceso adecuado para obtener las licencias.
La subgerencia de Obras Públicas de la municipalidad de Arequipa explicó que, al estar el colegio en una zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, no se puede otorgar una licencia automática. Además, la Dirección Desconcentrada de Cultura realizó observaciones al proyecto, las cuales sigue pendiente la subsanación.
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El plan inicial contemplaba la instalación de 18 aulas prefabricadas en terrenos frente al Colegio Micaela Bastidas y en la Escuela Ecológica, para que las estudiantes pudieran asistir en el turno mañana.
El reloj corre
La obra se ejecutará a través de la modalidad de obras por impuestos, con una inversión de 60 millones 369 mil 622 soles. El proyecto, que beneficiará a 1,300 alumnas, incluirá aulas, laboratorios, bibliotecas, coliseo, piscina semi olímpica y otros ambientes modernos.
El consorcio URBI Proyectos SAC, integrado por Yura S.A., Interbank y Cerro Verde, se comprometió a entregar la obra en 23 meses.
Estos contratiempos ha generado preocupación entre los padres de familia, quienes temen que la calidad educativa de sus hijas se vea afectada por los cambios de horario y la falta de un espacio adecuado para el aprendizaje. La espera de varios años por una infraestructura adecuada continúa.
Con información de diario Correo.
