Hablando Braavo: ¿Inteligencia humana vs inteligencia artificial?

Lic. Yenny Quispe Jiménez – Braavo Marketing y Comunicación. braavomarketing@gmail.com

Hace pocos días, se realizó la Charla sobre la Inteligencia Artificial: Oportunidades y Peligros, en el Auditorio de la Parroquia San Juan Bautista de Yanahuara. Entre los conceptos más importantes que se dieron a conocer, según mi perspectiva, fueron los relacionados a la dignidad de la persona, la inteligencia humana y la diferencia con la inteligencia artificial. 

La filósofa y bioeticista mexicana, Dra. Lourdes Velásquez González, se encargó de marcar las diferencias entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial. En primer lugar apuntó que la inteligencia es saber escoger y tener la capacidad para resolver problemas. Y cuestionó si realmente sabemos escoger lo que nos conviene.

A diferencia de las personas, la máquina movida con IA, no tiene emociones, no tiene sentido común o espíritu crítico. Una máquina ahora, no tiene la capacidad de tomar decisiones por ella, solo responderá según algoritmos que le otorgaron las personas. La inteligencia en sí, según Velásquez solo corresponde al ser humano, y la denominada “Inteligencia” Artificial no debería nombrarse así.

En el ambiente laboral, se dice que un robot puede ser el equivalente a 5,6 puestos de trabajo. Esta realidad puede estresar a muchos, cuando las empresas ven como prioridad, las cifras de producción. Esto lamentablemente puede poner en riesgo la salud física y mental de cualquier trabajador. En casos, sacrificando la dignidad de las personas. 

Como conclusión de la charla enmarcada en el ámbito de la evangelización, el Dr. Germán Sánchez Griese, refirió que como en todos los ámbitos, la IA permite generar contenido y obtener información fidedigna si las fuentes que la alimentaron son verdaderas, sin embargo, los riesgos o amenazas se resumen en información falsa y alejamiento del sentido espiritual. 

Me quedo con una idea de la Dra. Velásquez, el límite para el uso de la IA, lo pone uno mismo. Por ejemplo, para aplicaciones de IA en el marketing de empresas, se conoce que el 26.8% considera que el mayor reto para implementar IA en el marketing es la falta de claridad sobre dónde empezar o dónde se obtendrán mejores resultados, según reveló un estudio de Aurum Consultoria y Mercado.

Si bien nos encontramos en la Era de la Inteligencia Artificial, no podemos dejar de lado aquello que en lo que somos diferentes, que se ha descrito claramente líneas arriba: el ser humano dotado de inteligencia y conciencia, se encarga de discernir entre lo que es correcto y lo que no lo es. Toca arriesgarse con inteligencia sin perder humanidad.