La historia cobró vida en pleno corazón del barrio San Lázaro. Este agosto, la plaza Campo Redondo se transformó en un escenario abierto donde la compañía teatral Umbral, junto a estudiantes destacados, revivió con rigor histórico y emotividad los momentos fundacionales de Arequipa. El evento, más que una representación, fue un homenaje a la memoria colectiva y un recordatorio de la riqueza cultural que sostiene la identidad de la Ciudad Blanca.
Con 16 actores sobre el escenario, Umbral ofreció una narración visual que trasladó a los asistentes al siglo XVI, combinando dramatización, vestuario de época y un guion basado en crónicas históricas. La interpretación logró una conexión inmediata con el público, que siguió cada escena con atención y respeto.
No menos destacable fue la intervención de los estudiantes de los colegios Micaela Bastidas e Independencia, quienes con lecturas cuidadosamente preparadas sumaron un componente reflexivo a la velada. Sus palabras, cargadas de orgullo y pertenencia, ofrecieron un contrapunto ideal a la intensidad dramática de la obra.
La cita reunió a autoridades locales, docentes, familias y visitantes, todos convocados por el mismo espíritu de pertenencia. Entre aplausos y fotografías, el evento reafirmó el valor de la cultura como vehículo de unión comunitaria y motor de desarrollo social.
Más allá de la escenificación, la jornada dejó la sensación de que Arequipa no solo recuerda su historia en los libros, sino que la vive y la proyecta hacia el futuro. En cada gesto y palabra de los actores, en cada aplauso del público, se reafirmó la certeza de que la identidad arequipeña sigue latiendo con fuerza.