La mañana del martes, un nuevo ataque incendiario sacudió la región de La Araucanía en Chile, específicamente en el Fundo Boyeco de la comuna de Ercilla. Un grupo de encapuchados armados ingresó al lugar alrededor de las 11:00 a.m. y atacó a trabajadores mapuches que realizaban faenas de extracción de madera con autorización. El saldo fue de dos personas heridas y la quema de maquinaria forestal.
Un agresor disparó en la pierna izquierda a uno de los trabajadores, mientras que a otro lo golpearon con objetos contundentes. Personal médico los asistió de inmediato. Tras el ataque, trasladaron al primero al Hospital de Victoria, donde permanece fuera de peligro, y dieron de alta al segundo al presentar lesiones menores. Luego de reducir a las víctimas, los atacantes utilizaron líquidos acelerantes para incendiar un camión y otras maquinarias del lugar.
El Teniente Coronel Aldo Vittini, subprefecto de Malleco, confirmó que los agresores se dieron a la fuga. Esto luego de destruir los equipos y sustraer diversas especies utilizadas en la faena forestal. Por su parte, el Seremi de Seguridad Pública de la región, Israel Campusano, condenó el hecho y aseguró que se están recopilando antecedentes. El Ministerio Público encargó las diligencias a Labocar y al OS9 de Carabineros.
Hasta el momento, ningún grupo se ha adjudicado el ataque y no se encontraron lienzos ni mensajes alusivos a causas reivindicatorias. Las autoridades investigan si se trató de un acto con motivación política o simplemente un delito común. La comunidad atacada había obtenido los permisos correspondientes para operar en el predio, lo que ha generado aún más preocupación por la seguridad en la zona.
En paralelo, la Policía de Investigaciones (PDI) decomisó armas, municiones, chalecos antibalas y camionetas robadas en la comunidad mapuche de Chequenco, también en Ercilla. Según la PDI, el operativo forma parte de una investigación por delitos violentos y robos. Las autoridades estimaron el valor de los artículos incautados en 50 millones de pesos chilenos (aproximadamente USD 54.000), aunque aún no han identificado a los responsables del arsenal.