Por Arturo Montesinos Neyra. Especialista en formalización de pequeña minería y minería artesanal

La minería, como una de las actividades económicas más antiguas del Perú, ha impulsado el desarrollo de múltiples regiones. No obstante, gran parte de esta actividad se ha desarrollado al margen de los marcos legales establecidos. En este contexto, surgen dos fenómenos distintos, pero estrechamente relacionados: la minería ilegal y la minería informal. En la región Arequipa, ambos tipos coexisten, representando un gran reto para el Estado, tanto en términos de control como de inclusión social y económica. Este ensayo aborda la diferencia entre ambas modalidades, analizando sus impactos desde las perspectivas legal, social y económica, además de presentar cifras estimadas sobre su dimensión regional.

Minería ilegal: características y consecuencias

La minería ilegal es una actividad prohibida. Según el Decreto Legislativo N.º 1105, se considera ilegal cuando se realiza sin concesión minera, sin autorización del propietario del terreno y sin licencia ambiental. Esta modalidad opera fuera de cualquier marco regulatorio y, en muchos casos, en zonas expresamente prohibidas, como áreas naturales protegidas y territorios de comunidades nativas.

Económicamente, la minería ilegal genera ingresos considerables que no son fiscalizados por el Estado. Según la Unidad de Inteligencia Financiera (2025), este tipo de minería ha canalizado más de 2,200 millones de dólares en operaciones sospechosas entre 2022 y 2025, reflejando una evasión masiva de impuestos, regalías y beneficios laborales. Esta situación impacta negativamente en las arcas públicas, impidiendo la inversión en servicios básicos y el cierre de brechas sociales.

En el plano social, la minería ilegal suele estar asociada a condiciones extremas de precariedad, explotación laboral e incluso criminalidad organizada. En regiones como Arequipa, se han documentado casos de trata de personas, trabajo infantil y enfrentamientos violentos entre bandas mineras. Además, el uso irresponsable de insumos como mercurio y cianuro ha generado daños irreparables a los ecosistemas y a la salud de las poblaciones aledañas.

Minería informal: una dimensión intermedia

Por otro lado, la minería informal representa un fenómeno distinto. Legalmente, esta actividad involucra a personas que explotan recursos minerales sin haber completado el proceso de formalización, aunque manifiestan su intención de regularizarse. Generalmente, estos mineros están inscritos en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), lo cual les permite operar temporalmente bajo ciertas condiciones mientras se adecúan a la normativa.

A diferencia de la minería ilegal, los mineros informales no necesariamente evaden la fiscalización de forma deliberada. Muchos de ellos enfrentan barreras estructurales como la falta de asesoría técnica, los costos elevados de formalización y la ausencia de infraestructura. En Arequipa, se estima que existen más de 60,000 personas dedicadas a la minería informal, de las cuales unas 17,000 están inscritas en el REINFO (MINEM, 2025). Esto refleja tanto el interés por formalizarse como las trabas del sistema actual.

Socialmente, la minería informal suele constituir la principal fuente de ingresos para familias en zonas rurales. Aunque sus condiciones de trabajo pueden ser precarias, estas comunidades no están ligadas directamente al crimen organizado. La informalidad, en este caso, es más bien una consecuencia de la debilidad del Estado para llegar a territorios remotos, donde se prioriza la subsistencia sobre la legalidad.

Tanto la minería ilegal como la informal tienen impactos significativos en la región Arequipa. Mientras la primera representa una amenaza directa al Estado de derecho y al medio ambiente, la segunda muestra una oportunidad perdida de inclusión social y desarrollo económico. La respuesta estatal no debe limitarse a la represión o a la tramitología, sino incorporar enfoques territoriales, programas de asistencia técnica y plataformas accesibles que faciliten el tránsito a la formalidad.