Raúl Celis López, periodista de radio Karibeña en Iquitos, fue asesinado a balazos la madrugada del 7 de mayo. Esto mientras se dirigía en mototaxi a su centro de trabajo. Dos sicarios a bordo de una motocicleta lo interceptaron en la intersección de las calles Brasil y Fanning. Allí le dispararon tres veces, uno de los impactos en la cabeza le provocó la muerte inmediata.

Según testigos y videos difundidos en redes sociales, Celis viajaba con su hijo en la unidad, quien salió ileso. El conductor del mototaxi relató que una motocicleta los interceptó repentinamente y que uno de los pasajeros abrió fuego sin previo aviso. La escena fue rápidamente intervenida por la Policía Nacional, aunque hasta el momento no se ha identificado a los responsables ni se han determinado las causas del crimen. Las imágenes de las cámaras de seguridad serán clave en las investigaciones.

La noticia ha generado repudio en el gremio periodístico y en la población de Iquitos. Diversas organizaciones como el IPYS, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) y el Consejo de la Prensa Peruana condenaron el asesinato. Además, exigieron que se realicen diligencias urgentes para hallar a los culpables. La Corporación Universal, propietaria de la emisora, también pidió al Estado reforzar la seguridad y frenar la impunidad que afecta a los periodistas. La Defensoría del Pueblo instó a activar el Comité Regional de Seguridad Ciudadana (CORESEC).

La familia del periodista no descarta que el crimen esté relacionado con su labor como conductor del programa Hora Cero, conocido por sus denuncias sobre irregularidades en la región. Su asesinato es el segundo que se registra en el país en lo que va del año: en enero, Gastón Medina, de Cadena Sur TV en Ica, fue acribillado en circunstancias similares. En ambos casos, los móviles aún no han sido esclarecidos y las familias siguen exigiendo justicia.

Raúl Celis era una voz popular entre los oyentes de Iquitos, especialmente en los mercados y zonas populares donde su programa tenía gran alcance. Su trágica muerte ha dejado consternada a la comunidad y encendido las alarmas sobre el riesgo que enfrentan los periodistas regionales. Mientras tanto, sus colegas y vecinos lo recuerdan como un comunicador valiente, comprometido con su pueblo y con la verdad.