Sociedad Minera Cerro Verde ha solicitado ampliar sus operaciones mineras hasta el año 2053, ocho años más allá del plazo establecido originalmente. Para ello, ha presentado ante el Senace la II Modificación de su Estudio de Impacto Ambiental Detallado (MEIA-d), que contempla una inversión de más de 2,100 millones de dólares. Como parte de esta expansión, la empresa proyecta requerir 500 litros por segundo adicionales de agua tratada de la PTAR La Enlozada, sin incrementar, según afirma, su consumo del río Chili. Sin embargo, el aumento en la demanda hídrica y en la infraestructura minera genera preocupaciones por sus posibles repercusiones sobre los ecosistemas, la disponibilidad de agua para otros usuarios y la gestión de residuos industriales, en un contexto donde Arequipa ya enfrenta tensiones ambientales vinculadas al modelo extractivo de la minera.

Ampliarán vida útil
La modificación presentada por Cerro Verde contempla un nuevo plan de minado, unificado en un solo tajo, integrando Cerro Verde, Santa Rosa y Cerro Negro. Esta integración busca optimizar las operaciones y prolongar la vida útil del yacimiento hasta el 2053. También se propone ampliar la capacidad de los depósitos de desmonte de mina Oeste, Noreste y Cerro Negro.
En el ámbito productivo, la minera pretende incrementar su capacidad de procesamiento de 408 mil a 420 mil toneladas métricas por día en sus concentradoras actuales. No está contemplada la construcción de nuevas plantas, sino el mejoramiento de la infraestructura existente. Este aumento en la producción implicará ajustes en los sistemas de transporte, procesamiento y disposición de residuos mineros.
Asimismo, se prevé una reconfiguración del PAD 4A y la ampliación del PAD 4B, esenciales para la operación del tajo integrado. Además, el depósito de relaves Linga se elevará 57 metros más, alcanzando una altura de 2,767 m s. n. m., lo que extendería la capacidad de disposición de relaves junto con el sistema de La Enlozada.
Más agua de La Enlozada

Uno de los puntos más sensibles del proyecto es el requerimiento adicional de agua. Cerro Verde necesitará 500 litros por segundo adicionales provenientes de la PTAR La Enlozada, planta que ya trata entre 2,400 y 2,800 l/s de aguas residuales urbanas. Esto obligará a una ampliación en dos etapas de dicha infraestructura, cuya responsabilidad y financiamiento aún no están completamente definidos.
La empresa afirma que no incrementará su consumo de agua del río Chili y que no utiliza agua potable. Actualmente, cuenta con licencia para usar 1,000 l/s del río como un usuario más, y otros 1,000 l/s de La Enlozada. Según voceros de la minera, el 90% del agua que utilizan es reciclada, y solo el 10% se pierde por evaporación. A pesar de ello, preocupa el impacto acumulativo en una región donde el agua es un recurso estratégico y escaso.
El uso intensivo del agua tratada, además, puede comprometer su disponibilidad para otros fines sociales y productivos, como la agricultura o el consumo urbano. Esta situación debería encender alertas en las autoridades ambientales y de recursos hídricos.
Evaluación ambiental en curso

La evaluación del nuevo Estudio de Impacto Ambiental estará a cargo del Senace, que ha otorgado un plazo de dos meses para la participación ciudadana. Según Pablo Alcázar, gerente de Asuntos Públicos y Comunitarios de Cerro Verde, esta etapa se redujo significativamente, ya que antes podía durar casi un año. La empresa espera que el estudio sea aprobado en septiembre de 2025.
Durante la elaboración del estudio, se recogieron datos ambientales y sociales en el área de influencia. Se realizaron monitoreos de aire, agua, suelo, ruido y clima, además de evaluaciones de flora, fauna y vida acuática, a través de laboratorios acreditados. También se consultaron fuentes oficiales como SENAMHI, INGEMMET e IGN.
El objetivo de esta información, según la empresa, es actualizar la estrategia de manejo ambiental y social frente a los impactos esperados.
Impacto social

El área de influencia directa de Cerro Verde incluye distritos como Islay, La Joya, Tiabaya y Uchumayo, con una alta proporción de población rural. La empresa no contempla nuevas contrataciones directas para la fase constructiva, aunque estima emplear hasta 250 contratistas adicionales.
Actualmente, Cerro Verde genera más de 5,300 empleos directos y cerca de 5,000 a través de contratistas. Sin embargo, la compañía opera con una baja ley de cobre (0.25%), por lo que necesita mover grandes volúmenes de tierra —una tonelada de mineral para extraer solo tres kilos de cobre—, lo que incrementa la presión ambiental de sus operaciones.
Cerro Verde ha sido históricamente uno de los principales motores económicos de Arequipa, y su expansión reforzaría su posición como uno de los mayores productores de cobre a nivel mundial. No obstante, la magnitud de la intervención minera, el incremento de residuos y la presión sobre recursos clave como el agua plantean serios desafíos para el desarrollo sostenible de la región.
Será clave que las autoridades, la ciudadanía y las organizaciones de defensa ambiental participen activamente en la evaluación del estudio. Solo así se garantizará que el crecimiento económico no ocurra a costa de la salud ambiental y social de Arequipa.