El sabor dulce y el aroma inconfundible a lácteos, frutas y vainillas del queso helado recién hecho evoca el espíritu emprendedor de Delia Amachi Flores. Desde hace una década, con su empresa “Miski” persigue la perfección del tradicional postre arequipeño. Hoy, su maestría en la preparación de estos helados ya cruza fronteras nacionales e internacionales. 

Delia empezó a forjar su negocio casi sin experiencia. Por tres meses, su cocina se convirtió en un laboratorio de texturas y sabores, hasta que finalmente logró dominar la receta ancestral del queso helado. Meses después, con una visión innovadora, le dio un giro a este clásico arequipeño para diferenciarse en un mercado competitivo.

“Estuve practicando por tres meses, malogré varios litros de leche. Inicialmente cuando preparaba el queso helado se me cortaba o no tenía la consistencia adecuada. Yo sola aprendí a perfeccionar esta receta. Ya después me convertí en una experta, ya no necesito medir las cantidades de los ingredientes”, cuenta Delia.

Delia Amachi empezó su negocio sin conocer cómo se hacía el queso helado; tras varias pruebas y errores halló la receta perfecta.

Con frutas y licores

Así nacieron las variaciones frutales que hoy deleitan a sus clientes. La empresaria sabe que el dulzor de la fresa, el sabor exótico de la lúcuma, la acidez de los arándanos y la frescura de las frutas de estación son el complemento perfecto para sus quesos helados. Y para aquellos que buscan un toque más audaz, su carta ofrece queso helado con toque a licores peruanos, fusionando el sabor del pisco y el ron con la suavidad de las pasas.

Sin embargo, la joya de la corona de «Miski» es su innovador queso helado de quinua y chía. Esta creación no solo resalta la riqueza de los superalimentos andinos, sino que también añade un valor nutricional y una textura única a este postre tradicional. Lo que atrae a un público cada vez más consciente de su alimentación.

El sabor inconfundible de este postre arequipeño se ha fusionado con la innovación de Delia.

“Hemos hecho variaciones con frutas y licores. Había mucha competencia, por eso decidí innovar. Salían buenas combinaciones y bastante agradables. Primero con dos frutas, luego con más. El objetivo también era complacer a los niños. Finalmente con combinaciones de licor para los más grandes. Siempre quise entregar un producto que cubra las expectativas de un público de edades diferentes”, añade.

De Arequipa para el mundo 

La carta de sabores de Delia va desde la fresa hasta la chía y la quinua.

Miski” empezó a deleitar los paladares que caminan entre la arquitectura colonial y la vista imponente del Misti, que custodia la tradicional Plaza de Yanahuara. Durante años, su queso helado fue un referente para los lugareños y los turistas que asediaban el distrito. La pandemia del COVID-19, sin embargo, supuso un duro golpe para su negocio. 

Las restricciones y el cierre de espacios públicos la obligaron a reinventarse. Con valentía, Delia tomó la decisión de abrir un nuevo local en la Plaza Principal de Hunter, un espacio que le brindó la oportunidad de seguir complaciendo a sus clientes y expandir su alcance por todo Arequipa.  

Hoy, la siempre arriesgada empresaria no solo es una experta heladera reconocida en Arequipa, sino que su visión la ha llevado a expandir su negocio a nivel nacional. Pero su ambición no se detiene allí. Con la misma dedicación y pasión con la que perfeccionó su receta inicial, ahora logró que sus innovadores quesos helados crucen fronteras, llegando a las comunidades peruanas en Alemania y Estados Unidos, quienes añoran los sabores de su tierra.

Los productos de Miski ya han llegado a países de Europa e incluso hasta los Estados Unidos.

Su mirada está puesta en el futuro, con la firme convicción de que el mercado internacional, especialmente los turistas extranjeros que visitan Perú, son grandes admiradores de la gastronomía local. Delia Amachi sueña con posicionar «Miski» como un embajador del sabor arequipeño en el mundo, demostrando que la tradición y la innovación pueden ir de la mano para conquistar los paladares más exigentes. 

“Ya tengo pedidos en Alemania y Estados Unidos, pero quiero exportar a otros países. Los turistas son los que más disfrutan con nuestros postres y gastronomía. Estoy en ese proyecto, hay compatriotas que tienen sus negocios y ya empiezan a distribuir. Estoy trabajando en ese proyecto”, concluye. 

Desde su humilde cocina en Arequipa hasta las mesas de comunidades peruanas en Alemania y Estados Unidos, el queso helado de «Miski» deleita con su sabor único y también representa el espíritu emprendedor y la riqueza gastronómica del Perú, dejando una huella dulce en el escenario internacional.