En medio del debate por el déficit fiscal y los cuestionamientos a las exoneraciones tributarias, la Asociación de Contribuyentes del Perú lanzó un decálogo dirigido a los candidatos del 2026. El documento insiste en reducir el tamaño del Estado para liberar recursos hacia la economía productiva y recalca que el dinero público proviene del esfuerzo del contribuyente, no de una fuente ilimitada.
La directora de la Asociación de Contribuyentes del Perú, Camila Costa, sostuvo que el déficit fiscal no se origina en las exoneraciones tributarias, sino en un aparato estatal sobredimensionado que consume riqueza sin generarla. A su juicio, el país requiere servidores públicos capaces de orientar el gasto hacia resultados visibles y entender que cada sol del presupuesto nace del bolsillo ciudadano. Su postura apunta a instalar la discusión sobre la eficiencia estatal en plena antesala a las elecciones generales.
El decálogo presentado por la organización busca reforzar esa idea. Los diez principios sostienen, de manera directa, que mientras más grande es el Estado, mayor es su tendencia a expandir gastos y confiscar recursos del contribuyente. El documento plantea que el aparato estatal crece incluso cuando es improductivo porque se convierte en un “botín”, y que la prosperidad surge cuando el ciudadano retiene más dinero para invertir, innovar y generar actividad económica. Para la ACP, el hartazgo frente a los impuestos no debería interpretarse como un problema, sino como una reacción lógica ante un sistema que no devuelve beneficios tangibles.
Los principios también intentan desplazar la discusión sobre el déficit hacia la estructura del gasto. La ACP afirma que el Estado no debería justificar mayores niveles de recaudación mientras persisten el despilfarro y la mala gestión pública. Según el decálogo, la eficiencia no depende de aumentar ingresos, sino de contener gastos y administrar de manera responsable los fondos existentes. En esa línea, el documento señala que la existencia del Estado, tal como funciona hoy, es el verdadero problema y no las exoneraciones tributarias ni la reticencia del contribuyente a pagar impuestos.
El mensaje final apunta a reforzar un concepto: el dinero del contribuyente “debe ser sagrado”. La Asociación advierte que ningún gobierno puede tratarlo como botín político y plantea que solo con un Estado pequeño, transparente y limitado será posible alcanzar un crecimiento sostenido, mayor innovación y una prosperidad extendida. Con este decálogo en circulación, la ACP busca marcar terreno en el debate público y presionar para que los candidatos del 2026 incorporen un discurso que priorice la eficiencia fiscal por encima de la expansión del gasto estatal.




