La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) anunció acciones de fiscalización para rastrear la producción de minerales de origen informal e ilegal. La superintendenta Marilú Llerena explicó que el control se concentrará en las plantas de procesamiento, puntos donde se acopia el material procedente de distintas zonas de extracción.

Aunque resulta imposible supervisar toda la cadena —desde la extracción hasta la exportación—, la entidad implementará un modelo de control inteligente que combine vigilancia física y supervisión directa en las plantas de beneficio. “Cuando analizamos todo este circuito, hay un actor clave: las plantas de procesamiento, principalmente las que no están integradas a la extracción. Tenemos más de 350 plantas donde converge la producción de la minería artesanal, informal e ilegal. La estrategia es reforzar los controles en esas plantas”, precisó Llerena.

Con esa información, la SUNAT buscará detectar inconsistencias en la declaración de volúmenes de producción. Para ello, cruzará los reportes enviados al Ministerio de Energía y Minas con las estadísticas tributarias, a fin de identificar irregularidades en producción, ventas y transporte.

Las plantas de procesamiento son consideradas un eslabón central en el lavado de dinero proveniente de la minería ilegal e informal. Desde el Observatorio de Minería Ilegal (OMI) se había propuesto mejorar la fiscalización de estas instalaciones, que operan en la sombra y blanquean el mineral sin control.

El abogado especialista en temas ambientales, César Ipenza, insistió en que se debe trabajar junto a la SUNAT y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) con equipos técnicos y tecnología para reforzar el control y garantizar trazabilidad en la cadena del mineral.