Más de la mitad de los hábitats de las abejas sin aguijón Melipona eburnea y Tetragonisca angustula se encuentran en zonas de alto riesgo de deforestación en la Amazonía peruana. Así lo advierte un estudio publicado en Ecología Aplicada, en el que participó el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP). La pérdida de árboles nido, esenciales para estas especies, compromete tanto la polinización como la seguridad alimentaria de pueblos indígenas.
La investigación se llevó a cabo en la Reserva de Biosfera Avireri-Vraem, en Junín, con apoyo de comunidades Asháninka. En la zona se identificaron 51 colmenas silvestres y se determinó que estas abejas utilizan al menos 21 especies de árboles como hábitat, entre ellas el renaco, el tornillo y la requia. Muchas de estas especies figuran entre las más taladas ilegalmente en la región, lo que multiplica el riesgo de perder colonias enteras.
Los hallazgos también mostraron que cada especie ocupa un espacio diferente del bosque. Mientras la Melipona eburnea se concentra en zonas bajas, la Tetragonisca angustula prospera en áreas de mayor altitud. Esta distribución refleja su capacidad de adaptación, pero también evidencia cómo la fragmentación de los ecosistemas afecta de forma desigual a sus poblaciones y pone en jaque el equilibrio ambiental.
Según los investigadores, cuando se destruyen los árboles nido, las abejas pierden la posibilidad de reproducirse y de mantener sus colonias vivas. Esto rompe las cadenas de polinización, reduce el intercambio genético de las plantas y amenaza la estabilidad de la Amazonía. El impacto también alcanza a comunidades indígenas que practican la meliponicultura, de la cual obtienen miel, medicinas y recursos económicos.
El estudio, en el que participaron el IIAP, Amazon Research Internacional, el Sernanp, Eco Asháninka, el Instituto Nacional de Innovación Agraria y la Southern Methodist University, propone medidas urgentes: proteger los árboles más usados como nidos, crear corredores biológicos y reconocer legalmente los hábitats de estas abejas bajo el enfoque de Derechos de la Naturaleza. Los expertos advirtieron que salvaguardar a estos polinizadores es también proteger la biodiversidad y el futuro de quienes dependen de ella en la Amazonía.