Javier Huaraya y Roberth Orihuela
El exasesor y hombre de confianza del gobernador Rohel Sánchez, Carlos Zanabria Angulo, estuvo desaparecido de la mirada pública desde su salida, con roche, de la gestión del Gobierno Regional de Arequipa (GRA). Principalmente por no cumplir el perfil para el cargo de Gerente de Gestión de Riesgos y Desastres. Esto debido a su formación como periodista, sin mayor especialización más que la de comunicador y periodista.
Tras su salida de Riesgos y Desastres, por observaciones realizadas por la Contraloría, Zanabria fue acomodado en la Casa Museo Mario Vargas Llosa, haciéndola de promotor cultural. ¿Cómo? Fue la pregunta que muchos nos hicimos. En su momento Zanabria se limitó a señalar que en la Casa Museo necesitaban a alguien —para qué no dijo— y le pidieron su CV. Así de simple.
Pero recordemos que Carlos Zanabria es un camaleón, un mil oficios. Y es que gracias a sus años de experiencia como periodista haciendo cobertura de prensa en desastres naturales y emergencias, justificó su nombramiento como gerente de Gestión de Riesgos y Desastres. Y nos nos habría sorprendido que justificara su cargo en la Casa Museo diciendo que gracias a sus años haciendo notas culturales ya era un capo en la promotoría de este sector.

Aunque en ese momento —sobe la Casa Museo— no dijo ese disparate, sí lo hizo, y a razón de declaración jurada, ante el Ministerio de Cultura para postular al cargo de Especialista en Interculturalidad para la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) en Arequipa. Y lo que más sorprende es que ganó y sigue en ese cargo desde marzo.
No cumple el perfil
De acuerdo con la convocatoria realizada por el Ministerio de Cultura para el cargo que ahora ostenta ahora Zanabria, se necesitaba un profesional para «que las entidades de los diversos niveles de gobierno puedan incorporar el enfoqué intercultural en sus servicios en beneficio de los pueblos indígenas u originarios». Es decir, un experto que brinde «asistencia técnica al Gobierno Regional y/o gobiernos locales de su región para la aprobación y/o implementación de ordenanzas en materia de interculturalidad; asistencia técnica para la promoción de espacios de diálogo entre el Gobierno Regional y/o Gobiernos Locales y las Organizaciones Indígenas; coordinar y promover con entidades públicas regionales y/o locales actividades de asistencia técnica sobre la incorporación del enfoque intercultural en los servicios públicos en el marco del D.S. 001-2023-MC»; entre otras funciones.
Y aquí la palabra clave es: Interculturalidad. Y para eso se necesitan profesionales de Antropología, Sociología, Historia, Educación, Ciencias Políticas o alguna profesión de ese ámbito de especialización. Solo en dos convocatorias en este año encontramos que se solicitó a un comunicador: En Arequipa y Lambayeque. Es más, fuentes consultadas por este medio que se mueven en el ámbito de la Cultura, advirtieron que no existe un perfil estandarizado para este y otros puestos clave en el Ministerio de Cultura, sino que depende de cada Dirección Desconcentrada de Cultura el perfil para el puesto que se pida. Lo que provoca en muchos casos vicios de direccionamiento en las plazas.
Y así parece haber ocurrido con el caso de Carlos Zanabria.
De acuerdo a los requisitos para el perfil del puesto, se necesitaba profesionales de Antropología, Sociología, Historia o Comunicador, como formación académica. Pero aquí viene lo clave: como curso o especialización se pedía que haya hecho un Programa de Especialización en Gestión Cultural y/o Gestión del Patrimonio y/o Interculturalidad.

Varias opciones, pero Zanabria no cumplió ninguna. En cambio, para sustentar ese Curso o Especialización presentó el certificado de un Diplomado en Periodismo Político y Cultura Contemporánea realizado en 2009; hace 16 años. El mismo que a simple vista de Gestión Cultura, Gestión del Patrimonio o Interculturalidad no tiene nada que ver. Pero además, es conocido que los Diplomados solo tienen vigencia de 5 años desde que se estudian. Incluso hay algunas que solo validan los que tienen 3 años de antigüedad. Obviamente, ya con eso ni siquiera debió ser tomado en cuenta.
Pero eso no es todo. Para justificar su conocimiento sobre pueblos indígenas e interculturalidad en su postulación Zanabria recurrió a la vieja confiable: «Trabajo realizado en las regiones del sur del país como corresponsal regional de El Comercio haciendo cobertura a actividades de pueblos originarios en el Colca, Cotahuasi, Cusco y Puno». Nada más le faltó adjuntar recortes de esos reportajes, pero no.

Aquí un paréntesis. Pues recordemos que para justificar su designación como gerente de Gestión de Riesgos y Desastres dijo lo mismo; que hizo cobertura de emergencias en su vida como periodista. Y obviamente, eso no lo convierte de ninguna forma en un experto acreditado en esa materia. Al igual que en esta oportunidad en el tema de Interculturalidad.
Y si eso les parece poco, en el apartado de experiencia para el puesto mintió deliberadamente. Por ejemplo, en su último trabajo como asesor del gobernador Rohel Sánchez, puso como funciones principales: Asesorar a la gobernación de Arequipa en comunicación, prevención de conflictos, gestión de riesgos, protocolo y actividades culturales. Y para su trabajo anterior, cuando fue jefe de Imagen en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), también puso: Responsable de la comunicación interna y externa de la universidad, coordinar con las 18 facultades las actividades académicas, culturales y protocolares. Y por su labor, cuando fue asesor de la exgobernadora Yamila Osorio, puso casi lo mismo: asesorar en comunicación, resolución de conflictos, gestión de riesgos, actividades protocolares y
culturales a la gobernación de Arequipa.

Nótese, que en todo añadió la frase clave «actividades culturales».
Sin embargo, eso es falso. Para este reportaje Revelación.pe solicitó el CV que Zanabria Angulo presentó al Ministerio de Cultura para postularse. Y en el apartado de los Certificados de Trabajo se puede encontrar los documentos que le extendieron el gobierno regional y la UNSA. Y por ningún lado se señala que Zanabria haya cumplido funciones como encargado de actividades culturales (vease las fotos). Es más, cuando fue asesor de Rohel Sánchez su cargo fue de «Consultor de comunicaciones, diálogo y gestión de riesgos». Nada que ver con temas de Cultura.


En otras palabras, ¿le metió el dedo al comité seleccionador del Ministerio de Cultura? o ¿Simplemente todo el proceso de selección se hizo solo como una mera formalidad?
Se tiran la pelota
Consultado, Carlos Zanabria rechazó los cuestionamientos sobre su perfil profesional y advirtió que interpondrá quejas y denuncias contra este medio. El funcionario aseguró que su contratación fue producto de un concurso abierto.
“Yo estoy dentro de un país multicultural y pluricultural. Y eso es lo que consideramos en la evaluación. Existen conceptos en las bases del Ministerio de Cultura, en base a esos conceptos es que me he ganado una plaza en concurso público. Cualquier cuestionamiento tendría que ser del Ministerio de Cultura, no a mí”, declaró Zanabria.
Asimismo, sostuvo que cualquier observación en torno a su designación sería “hostigamiento” hacia su persona. Esto pese a que nuestro acercamiento obedece a temas estrictamente periodísticos y además porque ya no es solo colega, sino un funcionario público. “Si aparece algo sobre esto ahí, yo voy a considerar ya denuncias contra ustedes. Porque esto es un hostigamiento. Se va a tomar acción porque ustedes están poniendo en riesgo mi integridad física, laboral y familiar”, amenazó.
Finalmente, enfatizó que su contratación no responde a designaciones ni recomendaciones, sino a un proceso meritocrático. Sin embargo, no respondió que experiencia acreditó para su plaza. “No me han designado por una recomendación, no. Es un concurso público. Yo he renunciado a un trabajo para venir a trabajar acá. Han participado decenas de personas y yo he ganado una plaza con mi currículum y mi entrevista personal”, insistió.
Por su parte, el director de Cultura en Arequipa, Harold Loli Rosales, aseguró que estuvo al margen del concurso y le tiró la responsabilidad al Ministerio de Cultura en Lima. “Su plaza es de concurso público evaluado por la Oficina General del Ministerio de Cultura. Los directores son apartados de este proceso porque es un concurso público, eso lo maneja directamente el ministerio. La DDC no es el responsable directo, solo participa uno de sus miembros en la comisión”, señaló.