La reciente promulgación de la Ley N.° 32293 ha generado una fuerte ola de indignación en Puno. Las autoridades originarias y representantes de comunidades campesinas rechazaron rotundamente la norma por considerarla lesiva a sus derechos colectivos. Además, advirtieron que los congresistas que respaldaron la medida no son bienvenidos en la región, especialmente durante la semana de representación parlamentaria. No descartan realizar protestas en defensa de sus territorios y del derecho a la consulta previa.
El presidente del Consejo de Autoridades Originarias, Mallkus, Jilakatas y Mamatallas de Puno, José Carlos Gutiérrez Sancho, fue tajante al manifestar su rechazo a los congresistas puneños Flavio Cruz Mamani y Carlos Zeballos Madariaga, a quienes responsabilizó de haber impulsado la ley. Según el dirigente, estos legisladores actúan con hipocresía al acercarse a las comunidades luego de promover una normativa que nunca consultaron con ellas.
“¿Qué podemos esperar de un Congreso corrupto?”, cuestionó Gutiérrez Sancho. Criticó que la ley se aprobó por insistencia, sin respetar el derecho de las comunidades a la consulta previa. Lo cual consideran un acto grave y una traición. Para el dirigente, se trata de una medida impuesta desde Lima sin diálogo ni reconocimiento a la autonomía de los pueblos originarios.
El malestar no solo se dirige al Parlamento. El líder comunal también arremetió contra la presidenta Dina Boluarte, señalando que en Puno no es bienvenida. “Es una traidora, una delincuente”, expresó con firmeza, recordando que aún no hay justicia para las víctimas de las protestas sociales en la región. La desconfianza hacia el Ejecutivo y Legislativo parece haberse agudizado tras este nuevo episodio.
Finalmente, Gutiérrez Sancho lamentó que él y otros representantes comunales del norte de Puno no hayan sido convocados al Congreso de Presidentes de Comunidades Campesinas, programado para hoy en la UNAJ. A pesar de las diferencias internas, aseguró que todas las organizaciones rechazan la Ley N.° 32293. Esto porque atenta contra los derechos colectivos, y que continuarán organizándose para hacer respetar su voz.