Isaac Martínez Gonzales. Especialista en infraestructura hidráulica
En el sector agropecuario el uso del agua es productivo y se provee a través de infraestructuras hidráulicas, para la captación, regulación, conducción, medición, distribución y abastecimiento de agua, desde su fuente de origen hasta las parcelas. Su construcción estuvo a cargo, casi exclusivamente, por proyectos especiales del Ministerio de Agricultura, que luego le cambiaron de nombre a Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), actualmente, se llama Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI).
En Arequipa, uno de estos proyectos fue la “Línea Global de Pequeñas y Medianas Irrigaciones”. Esta ejecutó la obra de irrigación “La Cano”, ubicada en la parte baja de las pampas de la Joya, adyacente a la margen izquierda del valle de Vitor. La bocatoma de captación de agua se ubicó en Palca, poco después de la unión del río Yura con el río Chili. El canal de derivación bordeaba la ladera de la margen izquierda del valle de Vitor, gran parte sepultado por los deslizamientos rotacionales, ocasionados por el sobre riego de la irrigación de la Joya, activado y acelerado por la excavación del canal con maquinaria y algunos tramos con explosivos.
Las obras civiles se concluyeron en 1976. Al poco tiempo, el tramo de canal utilizable era sólo, a partir de las quebradas San Luis I y San Luis II. Ubicadas a dos kilómetros, antes del cruce con la carretera Panamericana, de donde captaban y captan a la fecha el agua de drenaje de las quebradas señaladas (0.85 m3/s). Y con salinidad por encima de lo normal (3.73 mmhos/cm). Razón por la cual le llaman agua salada, que luego la mezclan con agua del canal la Joya.
Fue un fracaso. No se pensó en las consecuencias del agua de retorno de la irrigación La Joya y el material de fundación de las estructuras (arcillas expansivas como la Montmorillonita), etc.
Otro proyecto, muy importante, fue el “Proyecto Especial de Rehabilitación de Tierras Costeras” (PLANREHATIC). Tenía como objetivo fundamental, rehabilitar terrenos salinizados con mal drenaje, que era, y es, más barato que hacer nuevas irrigaciones. Tenía una oficina regional en Arequipa y oficinas en Camaná, Valle de Majes y valle de Tambo. En Camaná se rehabilitó 500 hectáreas en la Boya y algo de 800 hectáreas en Pucchún.
En la fotografía se muestra un dren troncal en Pucchún, con una hermosa vegetación acuática. Pero lamentablemente es un símbolo de descuido en el mantenimiento. Se debería ver solamente agua y no vegetación que interrumpe el flujo del agua de drenaje hacia la planta de bombas. Al costado hay un acueducto, de algo más de un kilómetro de longitud, que los agricultores le llaman canal aéreo. Está totalmente deteriorado. Muchas de sus columnas con el acero de refuerzo expuesto y oxidado; que, si ocurriera un sismo de regular magnitud, seria inminente su caída. Se construyó la bocatoma del Brazo, se revistieron canales y se limpiaron drenes troncales.

En el valle de Tambo, una de las metas era recuperar 800 hectáreas de terrenos en Iberia, que eran agrícolas, y se convirtieron en lagunas cuando se puso bajo riego la irrigación Ensenada-Mejía-Mollendo (1946). Luego aparecieron los defensores de las lagunas y malograron todo el proyecto. Se rehabilitó solamente 500 hectáreas. También se construyó la irrigación Pampas Nuevas, las bocatomas Hacendados y Santa Ana de Quitire.
Igualmente, la infraestructura está descuidada. Las compuertas de río de las bocatomas están, casi siempre, inoperativas y cerradas en época de avenidas. Lo que induce el ingreso de material grueso por la bocatoma y produce el arenamiento de los canales. El revestimiento de los canales está fracturado, con vegetación en las juntas de dilatación, etc.
En el valle de Majes, sólo se hicieron estudios; no se logró el financiamiento de la ejecución de las obras, por el riesgo de la pérdida de la inversión al estar expuestas a la acción del río en época de avenidas, por falta de defensas ribereñas.
En noviembre de 1985 se instaló la oficina en Puno, a partir de esa fecha, se cambió de nombre a PLANREHATI. Ya no era solamente costeras. Se hicieron estudios y obras en plena época de terrorismo. El proyecto Vilque-Cabana-Mañazo, no se concluyó porque, en el gobierno de turno, hubo una mala selección del contratista y no se resolvió el contrato oportunamente.