La Unidad de Investigación de Latina Noticias destapó tres selfies que la presidenta Dina Boluarte se tomó tras someterse a una operación en 2023. Las imágenes, capturadas en el asiento de un avión rumbo a Brasil, muestran a la mandataria con evidentes cambios en su rostro. Estas fotografías, tomadas el 8 de agosto de 2023, surgieron mientras el Ministerio Público la investiga por presunto abandono de cargo y falta de transparencia.
Según la ley peruana, la presidenta debe informar al Congreso cualquier intervención médica que pueda afectar sus funciones. Sin embargo, Boluarte omitió comunicar su operación. Fue el ex primer ministro, Alberto Otárola, quien confirmó el procedimiento ante la Comisión de Fiscalización en diciembre de 2023. “La señora presidenta pasó efectivamente por un procedimiento quirúrgico”, declaró Otárola.
Boluarte reconoció la operación recién el 12 de diciembre, en un mensaje a la Nación. Aseguró que fue una intervención necesaria para su salud y no con fines estéticos. “No fue una intervención estética, fue necesaria e imprescindible para mi salud. Lo necesitaba por funcionalidad respiratoria”, afirmó. Sin embargo, las dudas persisten.
Un audio filtrado recientemente complica aún más su situación. En la grabación, Patricia Muriano, exsecretaria de Boluarte, sugiere que la mandataria se sometió a una cirugía estética y falsificó su historial clínico para evitar cuestionamientos. Este audio ha intensificado las críticas y las investigaciones en su contra.
El ministro de Educación, Morgan Quero, salió en defensa de Boluarte, insistiendo en que la operación no tuvo fines estéticos. “La presidenta se operó por motivos de salud. Su rostro sigue siendo el mismo y le sigue dando la cara a la población”, declaró. Quero también negó conocer al cirujano Mario Cabani, dueño de la clínica donde se realizó la intervención.
Mientras las investigaciones avanzan, las selfies de Boluarte en el avión han generado un intenso debate público. ¿Fue realmente una operación de salud o un procedimiento estético? La falta de transparencia y las contradicciones en las declaraciones oficiales mantienen este caso en el centro de la polémica.
