La gestión de Alfredo Benavente Godoy hace agua y la mejor muestra es que durante todo el 2024 no hizo nada para prevenir los desastres que está provocando la lluvia de los últimos días. Los anuncios que hacen a través del área de prensa no son más que alicientes a un problema mucho mayor que pudo evitarse. Y es que la Contraloría alerta que la Subgerencia de Gestión de Riesgo de Desastres de la comuna selvalegrina no cuenta con un Plan de Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres. Lo que pone en riesgo a la población ubicada en zonas vulnerables por la reactivación de huaicos y torrenteras.

No tiene plan de desastres
La Ley de Municipalidades, explica la entidad contralora, señala que la Subgerencia de Gestión de Riesgo de Desastres es la encargada de formular y ejecutar el Plan de Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres. Esto en coordinación con otras unidades orgánicas competentes. Este plan, no es nada menos que un plan que prevé los posibles desastres que podrían ocurrir en le distrito. No solo en las torrenteras, sino en zonas vulnerables por la acumulación de aguas por las lluvias. Y además, se encarga de ejecutar ese plan.
Pero si no hay plan, no hay nada que ejecutar. Es por eso que en la página de Facebook del municipio de Alto Selva Alegre vemos noticias que anuncian el envío de ayuda a las zonas que están afectadas por las lluvias. Principalmente sacos terrenos para encausar los ríos que se forman en las vías, ya sea asfaltadas o de tierra. El tema es que con un plan, esto no debería haber ocurrido.
La Contraloría señala responsabilidad en los funcionarios de la comuna selvalegrina. Pero también hay responsabilidad en el alcalde Alfredo Benavente. Y es que la gestión municipal había separado una ficha técnica denominada «Plan Integral de Control de Avenidas Distrito de Alto Selva Alegre 2024-2025». Esta contemplaba varias actividades para la limpieza, descolmatación de cauces y retiro de escombros con el fin de prevenir daños por las lluvias.

No limpiaron torrenteras
El problema es que la gestión de Alfredo Benavente no movió un dedo. Así lo señala el informe de la Contraloría. Y el mejor ejemplo de esto es que se tenía programadas dos intervenciones de limpieza para 15 y 17 de octubre del año pasado. Y tal como lo confirmó la subgerencia de Gestión de Riesgo de Desastres, esa actividad nunca se realizó.
Es por esto que durante las inspecciones realizadas por los auditores de la Contraloría, en compañía con funcionarios de Alto Selva Alegre, se encontró graves deficiencias en las torrenteras. Estas demuestran que la gestión del alcalde Alfredo Benavente no hizo nada por mitigar las consecuencias por la posible reactivación de las torrenteras.

El primer punto inspeccionado fue la torrentera San Lázaro. Allí «se constató la existencia de edificaciones al borde de la quebrada y la inexistencia de intervenciones para el encauzamiento o defensa ribereña ante la entrada de avenidas extraordinarias», dice el documento respecto a la parte alta de la torrentera. Y en la parte baja la situación es similar. Se encontró «edificaciones al borde
de la quebrada y la inexistencia de intervenciones que generen el encauzamiento ante la entrada de avenidas extraordinarias, o de defensa ribereña para la protección de las edificaciones consolidadas en estas zonas», añade el informe.
Miles en riesgo
El mismo problema se encontró en las quebradas «El Pato», «Huarangueros» y «Sin nombre». En todas se constató la existencia de construcciones precarias y viviendas ubicadas en el cauce y fajas marginales de estas quebradas. De acuerdo al Ingemmet, estas quebradas están consideradas con riesgo no mitigable. Por lo tanto es urgente el traslado de las familias que se asentaron a orillas de las quebradas. Sin embargo, ni las gestiones anteriores, ni la de Alfredo Benavente han movido un dedo para buscar soluciones a estas personas.

A todos estos problemas se debe añadir que la gestión selvalegrina no ha realizado la limpieza de las torrenteras. Es decir el retiro de basura y el encauzamiento de los cauces. Esto es importante porque sirve para prevenir y no estás apagando incendios —o en este caso, tapando filtraciones de agua—, y haciendo creer a la población que hacen algo por ellos.
Porque no hay peor gestión municipal que la que no previene. Y en el caso de Alto Selva Alegre la Contraloría está advirtiendo al alcalde Benavente que se ponga a trabajar. Ya que en el caso de que ocurra alguna tragedia, la municipalidad y el alcalde serían también responsables por no cumplir sus funciones; por no ejecutarla ficha técnica para la limpieza de las torrenteras y por no tener un Plan de Prevención y Reducción de Riesgo de Desastres.