Es reincidente. A la gestión de Germán Torres, en la Municipalidad de Miraflores, le importa poco o nada la salud y seguridad de sus trabajadores de limpieza pública. En menos de un mes la Contraloría hizo una segunda inspección al servicio y encontró serias irregularidades que comprometen la salud de los empleados. Además, el órgano contralor le jaló a las orejas a la comuna por no corregir las graves deficiencias identificadas en su primera visita.
Salud en riesgo
En su última inspección, entre el 25 de noviembre y 5 de diciembre, la Contraloría identificó que los trabajadores de limpieza no usaban sus Equipos de Protección Personal (EPP´s). De acuerdo a las fotos publicadas en el informe, los empleados en su mayoría no tenían lentes de luna transparente y en algunos casos no usaban mascarilla, zapatos de seguridad y sombrero.
En la anterior inspección, del 15 al 21 de noviembre, también se evidenció que la Municipalidad de Miraflores no les entregó los EPP´s completos. Por ejemplo, les faltaba el bloqueador solar respectivo y los mamelucos descartables para los recolectores de basura.
A ello hay que sumarle que ninguno de los 68 empleados de limpieza había pasado su exámen médico ocupacional desde 2022. En este tipo de trabajos de riesgo, las revisiones médicas anuales son indispensables, por el cuidado de la salud del empleado y las posibles consecuencias de su actividad.
Pero ahí no queda todo. A pesar de tener contacto con residuos que pueden afectar gravemente su salud, los empleados tampoco contaban con la vacuna antitetánica. Está de más decir que sin esa inmunización su vida corre riesgo.
El problema más grave radica en que, de acuerdo a la misma Contraloría, hasta el cierre del informe de la segunda visita (16 de diciembre) ninguna de las observaciones mencionadas, respecto a la primera, ha sido corregida o como mínimo comunicada.
Gestión ineficiente
La Municipalidad de Miraflores tampoco ha respondido a la Contraloría sobre las deudas adquiridas con la Municipalidad Provincial de Arequipa por el servicio de disposición de residuos sólidos, que asciende a 135 mil 538 soles y fracción. Sumémosle también que el distrito no cuenta con un estudio de caracterización ni con un plan distrital de manejo de residuos sólidos desde 2015.
Durante la segunda inspección, cuando la Contraloría preguntó a la gerenta de Gestión Ambiental de Miraflores si contaba con un programa de supervisión, ella respondió que no. A pesar de tener una supervisora del servicio, el municipio tampoco cuenta con los instrumentos estandarizados necesarios para garantizar la eficiencia del servicio (Guía para la Gestión Operativa del Servicio de Limpieza Pública). Es decir, hacen las cosas al azar.
Ello tiene como consecuencia otras observaciones planteadas respecto a las contradicciones en función a la cantidad de contenedores en mal estado (identificaron 7, pero en otros documentos de la comuna solo figuran 4) o también la mala ubicación de los mismos. Por ejemplo, en la intersección de las calles César Vallejo y Prolongación Puente Arnao solo existe 1 contenedor en 3 cuadras a la redonda, lo que hace que siempre rebalse de basura, de acuerdo al informe del órgano contralor. Por eso tanta pestilencia en varias calles del distrito.
A pesar de las constantes observaciones y advertencias de la Contraloría, la Municipalidad de Miraflores continúa sin corregir las deficiencias en el servicio de limpieza pública, evidenciando una gestión ineficaz que pone en peligro la salud de sus trabajadores y la calidad del servicio para los vecinos.