Las protestas, concentradas principalmente en Cochabamba, bloquean el tránsito entre el oriente y el occidente del país. El gobierno de Luis Arce promete desbloquear rutas de manera gradual, mientras las tensiones sociales se agravan.
Desde el lunes 14 de octubre, los bloqueos en Bolivia han crecido rápidamente, alcanzando al menos 20 piquetes, la mayoría ubicados en Cochabamba. La interrupción del tránsito ha paralizado la conexión entre el oriente y occidente, afectando sectores clave como el comercio y el transporte.
Tras días de silencio, el presidente Luis Arce anunció que la Policía intervendrá gradualmente para despejar las rutas. “Vamos a seguir desbloqueando porque el pueblo boliviano nos lo está pidiendo”, afirmó durante un acto en Tarija, donde destacó que ya se lograron avances en algunos puntos críticos.
Sin embargo, hubo intentos de desbloqueo temporales. Según el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, aunque siete piquetes fueron levantados, en varias ocasiones los manifestantes retomaron los cierres, lo que ha generado mayor incertidumbre sobre el desarrollo del conflicto.
El expresidente Evo Morales justificó las protestas como una reacción ante la crisis económica que enfrenta el país y planteó una agenda de tres puntos que incluye una cumbre económica, elecciones primarias y reformas legislativas. No mencionó, sin embargo, las acusaciones en su contra por estupro, que también han motivado las movilizaciones.
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La economía está sufriendo un duro golpe por los bloqueos. Sectores productivos y transportistas han reportado pérdidas millonarias, además del desabastecimiento de productos y fluctuación de precios en los mercados, lo que se agrava por la escasez de combustible que afecta al país desde hace meses.
Mientras la tensión se mantiene, Arce ha viajado a Rusia para discutir contratos sobre litio con Vladimir Putin y participar en la cumbre del BRICS. El gobierno también investiga el uso de armas por parte de manifestantes en el puente Ichilo, donde se reportó que algunos portaban escopetas, agravando aún más el clima de confrontación.