El proyecto de la represa de Iruro, crucial para los agricultores de Caravelí, recibirá una gran partida presupuestaria. Sin embargo, la ejecución sigue aplazada hasta abril del 2025 por observaciones en el expediente. Esto afectaría a miles de productores de olivos y dejando en duda el cumplimiento de los plazos.
El gobierno ha asignado S/ 65 millones para la construcción de la represa de Iruro en el presupuesto de 2025. Sin embargo, los agricultores de Bella Unión, Acarí y Chocavento siguen en la incertidumbre. El proyecto, que debía comenzar este año, ha sido nuevamente aplazado, esta vez para finales de abril de 2025, después de la temporada de lluvias. Esto debido a observaciones en el expediente técnico por parte de la Contraloría.
Licitación con retrasos
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) anunció que las obras de las represa de Iruro empezará tras la temporada de lluvias. Esto a pesar de que el Programa Subsectorial de Irrigaciones (PSI) había prometido un inicio más temprano. Las demoras, sumadas a la desconfianza por parte de la Junta Regional de Usuarios de Arequipa, cuestionan la capacidad del Midagri para cumplir con el cronograma establecido.
El retraso no es un caso aislado. El proyecto de la represa de Yanapuquio también ha enfrentado complicaciones. Y es que tiene un arbitraje en curso con la empresa encargada de su expediente técnico. Aunque el Midagri asegura que este conflicto no afectará los plazos, las dudas persisten.
Por su parte, la Contraloría General de la República detectó errores en el expediente técnico de la represa de Iruro. Esto obligó a repetir el proceso de licitación, retrasando el proyecto casi un año.
Los agricultores del valle, sobre todo los dedicados al cultivo de olivos, esperan la represa de Iruro para mejorar el riego de más de 8 mil hectáreas de terreno agrícola. Sin embargo, con las obras pospuestas hasta 2025, las esperanzas de un inicio rápido se desvanecen y el horizonte de la entrega del proyecto parece extenderse hasta 2027.
A pesar de la urgencia del proyecto, los retrasos se han convertido en una constante que preocupa no solo a los agricultores, sino también a los especialistas que advierten sobre la mala planificación. Con un presupuesto de S/ 287 millones para la represa de Iruro, el dinero está sobre la mesa, pero la ejecución sigue siendo una promesa aún distante para miles de familias.