Irán lanzó un ataque con misiles contra Israel, desatando alarmas en todo el país, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para una intensa respuesta tras la invasión en el sur de Líbano.
Irán ha llevado a cabo un ataque con decenas de misiles contra Israel, generando un clima de pánico en el país. Las sirenas de alarma resonaron en ciudades como Tel Aviv, donde se reportaron explosiones y proyectiles surcando el cielo. Este ataque se produce en un contexto de escalada militar tras el inicio de la invasión israelí en el sur de Líbano.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han instado a la población a permanecer alerta y seguir las instrucciones de seguridad. En respuesta al ataque iraní, que según el CGRI fue una represalia por recientes asesinatos de líderes de Hamas y Hezbolá, el gobierno israelí ha declarado que está monitoreando la situación con atención.
La invasión israelí al sur de Líbano busca desmantelar las capacidades de Hezbolá, que ha lanzado numerosos cohetes hacia objetivos israelíes. Mientras tanto, el secretario general de la ONU ha expresado su preocupación, advirtiendo sobre el riesgo de una «guerra total» en la región.
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Las FDI han comenzado operaciones terrestres limitadas, apuntando a plataformas de lanzamiento de Hezbolá. Sin embargo, la situación sigue siendo volátil, con Hezbolá afirmando haber atacado la sede del Mossad en Tel Aviv, complicando aún más el escenario.
Las tensiones no solo se limitan a Israel y Líbano, ya que Estados Unidos ha advertido sobre las consecuencias severas de un ataque iraní. Un alto funcionario estadounidense destacó que están apoyando los preparativos defensivos para proteger a Israel de cualquier amenaza.
Con un millón de desplazados en Líbano, la situación humanitaria se agrava. A medida que ambos bandos intensifican sus operaciones, la posibilidad de un conflicto prolongado se cierne sobre la región, dejando a la comunidad internacional en un estado de alerta ante un desenlace incierto.