Congreso evaluará incremento del sueldo mínimo en 30 días

Luego del anuncio de la presidenta Boluarte, el Consejo Nacional del Trabajo se reunió para evaluar el incremento del sueldo mínimo, que podría llegar hasta los S/ .1545. Aunque algunos ministros piden mesura a la hora de proponer el incremento sin considerar el PBI.

El 28 de julio, en su discurso presidencial, la presidenta Dina Boluarte anunció el esperado incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) para el último trimestre de 2024. Aunque este anuncio fue recibido con alivio por muchos trabajadores, la realidad es que la promesa ha estado en el aire durante meses, sin que se tomen medidas concretas para su implementación. La presidenta mencionó que el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo sería convocado para discutir la medida. Sin embargo, esto parece ser más una estrategia para ganar tiempo que una verdadera solución al problema.

Consejo Nacional del Trabajo de reunió

A finales de 2023, Boluarte había anunciado aumentos salariales para sectores específicos como enfermeras, obstetras y docentes de educación superior. Estos incrementos, aunque significativos, solo beneficiaron a una fracción de los trabajadores del sector público. Lo que deja a la mayoría de la población a la espera de un aumento del salario mínimo que realmente impacte su calidad de vida. ¿Por qué el Gobierno se muestra dispuesto a actuar rápidamente para algunos sectores, pero sigue postergando una decisión que afectaría a millones de peruanos?

El Consejo Nacional de Trabajo se reunió el 12 de agosto para discutir el aumento del sueldo mínimo, pero, sorprendentemente, se estableció un plazo de 30 días para presentar una propuesta. Este retraso genera dudas sobre la verdadera voluntad del Gobierno para implementar el aumento. Especialmente cuando los trabajadores han estado esperando desde hace mucho tiempo una mejora en su poder adquisitivo. El ministro de Trabajo, Daniel Maurate, destacó la necesidad de un acuerdo consensuado entre empleadores y trabajadores, pero, ¿hasta cuándo se prolongará esta espera mientras el costo de vida sigue en aumento?

Ministros piden mesura

En paralelo, el Congreso propuso un incremento de la RMV a S/ 1,545, una cifra que, aunque ambiciosa, fue rápidamente desestimada por el ministro Maurate. Según él, un aumento de esa magnitud podría afectar negativamente a la economía, particularmente a las micro y pequeñas empresas. Sin embargo, esta respuesta plantea una pregunta incómoda: ¿está realmente el Gobierno comprometido con mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, o está más preocupado por mantener el status quo?

El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, añadió una dosis de escepticismo al debate al declarar que no es el momento adecuado para discutir un aumento del sueldo mínimo. Según Arista, cualquier discusión debe esperar hasta que los indicadores económicos, como el PBI, mejoren. Pero esta postura sugiere que el bienestar de los trabajadores sigue siendo una prioridad secundaria. Y sujeta a la impredecible mejora de la economía, en lugar de una necesidad urgente que requiere acción inmediata.

A principios de 2024, el ministro de Trabajo, Daniel Maurate, reiteró que el aumento del salario mínimo es una promesa presidencial. Pero las constantes referencias a la recesión económica y otros factores externos parecen ser más una excusa que una razón válida para el retraso. Maurate habló de la importancia de reducir el desempleo y la informalidad. Si. embargo, estas declaraciones suenan vacías si no van acompañadas de acciones concretas para mejorar las condiciones salariales de los trabajadores.

Defensor apoya incremento

El Defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez, ha señalado la urgencia de un aumento salarial en un contexto de inflación y pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, la falta de avances concretos por parte del Gobierno plantea la cuestión de si realmente se están tomando en serio las dificultades que enfrentan los peruanos para cubrir sus necesidades básicas. La retórica sobre la importancia del aumento contrasta con la inacción y las demoras continuas.

Maurate, por su parte, insiste en que el aumento del salario mínimo debe ser cuidadosamente analizado para no perjudicar la economía. Pero esta prudencia parece estar sirviendo más como un escudo para evitar tomar decisiones difíciles que como una estrategia real para proteger a los trabajadores. Mientras tanto, millones de peruanos continúan luchando con salarios que no les permiten llegar a fin de mes, en espera de que las promesas finalmente se conviertan en realidad.

Mientas el Gobierno sigue hablando de la importancia del incremento del salario mínimo, la falta de acciones concretas sugiere que el bienestar de los trabajadores sigue siendo una prioridad secundaria. La economía puede ser una preocupación legítima, pero la inacción frente a la necesidad urgente de mejorar los salarios plantea serias dudas sobre la voluntad política para enfrentar este desafío.