El gobierno peruano ha intensificado el control fronterizo para prevenir la entrada de personas sin documentos por crisis tras elecciones.
El gobierno peruano intensificará las medidas de control en las fronteras del país para evitar la entrada de personas sin documentos adecuados, de acuerdo a las declaraciones del ministro de Justicia Eduardo Arana Ysa, en relación a la crisis que se vive en Venezuela.
«El día de ayer, tanto migraciones como la Policía Nacional, han efectuado una reunión de coordinación para que en todos los lugares, sobre todo en la frontera, se puedan disponer máximos los controles para impedir que cualquier persona que no tenga sus papeles en regla ingresa al país,. Se está exigiendo el pasaporte, se está controlando a las personas y se está verificando justamente los antecedentes de cada uno», aseguró Arana Ysa.
La salida del embajador venezolano del país ha generado ciertas complicaciones en los trámites migratorios de los ciudadanos venezolanos que residen en Perú. Sin embargo, el ministro de Justicia aseguró que se están tomando medidas para facilitar estos procesos y garantizar que los derechos de los inmigrantes sean plenamente respetados.
Arana sostuvo que en coordinación con la Cancillería y las embajadas, el gobierno peruano ha decidido establecer una representación delegada para asumir las funciones consulares en Venezuela. Esta delegación tendrá la responsabilidad de gestionar todos los trámites consulares necesarios para los venezolanos en Perú, ofreciendo así un apoyo constante a esta comunidad.
Además, el ministro aseguró qque se están llevando a cabo conversaciones con las autoridades venezolanas para designar un país que se encargue de todos los trámites relacionados con sus connacionales en territorio peruano.
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Postura firme contra Maduro
Recientemente, el gobierno expresó su pesar por la crisis que han puesto en riesgo la vida e integridad del pueblo de Venezuela, reiterando su rechazo a cualquier violación de la voluntad popular en las últimas elecciones del 28 de julio. De acuerdo al ministro a pesar de que es pronto para emitir juicios definitivos, la postura del gobierno es clara en su condena de tales actos, enfatizando la importancia de respetar los procesos democráticos y los derechos humanos.
Las elecciones del 28 de julio en Venezuela estuvieron marcadas por un clima de tensión y descontento social que llevó a múltiples protestas en todo el país, después de que el Consejo Nacional Electoral venezolano declarara a Nicolás Maduro como ganador de los comicios, en medio de acusaciones de fraude.
Estas manifestaciones, en gran parte impulsadas por denuncias de irregularidades electorales y el deterioro de las condiciones económicas y sociales, resultaron en enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Trágicamente, estos enfrentamientos dejaron más de 20 muertes hasta la fecha, exacerbando la crisis en Venezuela desde el punto de vista político y humanitario.