
Roberth Orihuela
Las familias que viven cerca al parque de La Amistad, en el pueblo Cerro Verde, distrito de Uchumayo, temen por su integridad y la de sus hijos. Y es que en medio de esta área verde construida por la empresa minera Cerro Verde hay válvulas que regulan el paso de los desechos humanos de toda la ciudad hacia la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Enlozada.
Equipos que están cubiertos por una estructura de concreto con buzones. Los mismos que el pasado 3 de abril volaron hasta un metro de altura con una fuerte explosión. Todo mientras los niños jugaban alrededor. Los vecinos temen que vuelva a suceder y que alguien resulte herido o muerto.
Parque nada amistoso
En febrero, la empresa minera Cerro Verde inauguró un parque que construyeron en el pueblo Cerro Verde, zona de influencia directa de sus operaciones. La intención, indicó la empresa a los pobladores, era darles un área dónde pudieran distraerse, con juegos para niños, bancas, gimnasio y hasta zona de parrillas. Sin embargo, la verdadera intención, manifiestan los vecinos, era ocultar las grandes tuberías que pasan por el subsuelo y que llevan las aguas residuales de la ciudad hacia la planta de tratamiento de La Enlozada.
El hecho es que en medio del parque hay una estructura de concreto, con el techo casi a ras del suelo, donde se ubican válvulas de desfogue de la presión de los gases que se producen al momento de enviar los desagües de la ciudad hacia la parte alta, donde se ubica la planta de La Enlozada. En el techo de la estructura hay ocho buzones o tapas que servirían para que los operarios puedan ingresar a regular dichos equipos.
Allí mismo, en ese techo de las válvulas también juegan los niños, pues es de fácil acceso para ellos. Porque la empresa minera no tomó la precaución de construir un cerco que lo evite y que además proteja a la población de cualquier eventualidad, teniendo en cuenta las altas presiones que se producen por el trabajo que realizan las tuberías.
Esta falta de protección se hizo evidente el pasado 3 de abril, cuando los niños y adultos que estaban en el parque, incluidos los vecinos, sintieron una fuerte explosión que vino de la zona de las válvulas. Incluso, testifican algunos pobladores, las tapas habrían volado hasta a un metro de altura cayendo de peso sobre el techo de la estructura de concreto.

Autoridades no hacen nada
El hecho fue presenciado por personal de Serenazgo del distrito de Uchumayo que estaba patrullando en el parque. Inmediatamente se retiró a todas las personas que estaban cerca. Y también colocaron un precinto para evitar que se acerquen. Mientras que otros acudieron a la comisaría de la zona a pedir la presencia policial.
Luz Guerra, vecina de la zona, cuenta que los policías no querían acudir y les indicaron que tampoco tenían un vehículo disponible para salir a verificar los hechos. Al final, cuando volvieron una hora después encontraron que ya no había cintos y trabajadores de la empresa minera habían recolocado las tapas en su lugar.
Los vecinos solicitaron al alcalde de Uchumayo, Hardin Abril, las acciones que se ha tomado ante el inminente peligro que representan las válvulas ubicadas en medio del parque.
El alcalde respondió con un oficio y señaló que la empresa dijo a la comuna que no se trataba de gases, sino de aire comprimido que se había liberado de las tuberías. Además, el edil señaló que se había dado un plazo a la empresa para que realice acciones de protección complementaria de dicha infraestructura. Y que estaban a la espera de la respuesta de la empresa.

Sin embargo, los vecinos no están tranquilos con la respuesta. Piden la intervención de la Defensoría del Pueblo, del Ministerio Público y de la Contraloría, ya que temen que vuelva a suceder. “¿Qué pasaría si un niño estuviese sobre las tapas en el momento de una explosión? Si no lo mata lo hiere gravemente. Es un peligro. Además, los gases que salen podrían ser peligrosos”, señalaron para Revelación.