Arequipa podría enfrentar un déficit de agua a partir de 2035 si no se incrementa la capacidad de almacenamiento y regulación hídrica, advirtió Ronald Fernández, representante de la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
“El crecimiento poblacional de Arequipa es alto, tanto por migración como por su desarrollo económico”, explicó Fernández. La ANA ha proyectado que el abastecimiento hídrico está garantizado hasta 2035, pero a partir de ese año la demanda superaría en 1.5 veces la actual capacidad.
Para cubrir esa proyección, se requerirá una expansión en la infraestructura hídrica, con represas, cosecha de agua, conservación y eficiencia en el uso del recurso. “Si no actuamos, podríamos entrar en escenarios de escasez o incluso conflictos por el agua”, afirmó el funcionario.
Represas en camino
Fernández indicó que se han identificado zonas para nuevas represas en el sector de Sumbay, donde actualmente se registra un caudal de 65 metros cúbicos por segundo. “Es agua que deberíamos tener regulada”, puntualizó Fernández.
Otras represas en evaluación incluyen la represa de Toma Grande en el distrito de Mollebaya; la activación de la represa de San José de Uzuña en Polobaya; una represa en Chiguata (Andamayo); y una infraestructura en la cuenca intermedia de Majes Siguas, en la ruta hacia El Pedregal. A estas se suma la represa de Casa Blanca que se ejecutará en Yura y cuyo objetivo es atender la demanda de agua del Cono Norte de la ciudad.
“Las zonas con mayor crecimiento poblacional, como Pedregal, requieren una planificación inmediata en términos de regulación hídrica”, agregó Fernández.
El funcionario subrayó que, aunque existen recursos económicos disponibles, la ejecución de estos proyectos depende de su priorización política. “El agua debe ser priorizada porque es un bien vital. Si no lo hacemos, las poblaciones más pobres seguirán siendo las más afectadas”, advirtió.
Aguada Blanca
También mencionó que la represa Aguada Blanca, actualmente colmatada en un 50%, necesita mantenimiento. Esa intervención sería viable solo si se construye previamente la represa de Sumbay, lo que permitiría vaciar Aguada Blanca para su limpieza.
“La infraestructura hídrica debe crecer al ritmo de la población. Si no se garantiza el agua, se compromete el desarrollo urbano y se profundiza la desigualdad en el acceso al recurso”, concluyó Fernández en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo con el lema “Conservemos el agua, protejamos el futuro”.