La permanencia en el cargo del gerente regional de Agricultura, Julio Herrera Ojeda, ahora pende de un hilo. El funcionario ya no cuenta con la confianza del gobernador Rohel Sánchez y sería el próximo en salir. Su destitución, que sería cuestión de horas, se da en un contexto de confrontación con el ahora gerente de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), Duberly Otazu García, a quien denunció por colusión.
La acción penal interpuesta por Herrera Ojeda obedece a las contrataciones irregulares de proveedores para el Pasacalle Regional y FestiAgros 2024 sin contar con ningún contrato. El caso obra en el Tercer Despacho de la Fiscalía Especial en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Arequipa.
Fuentes de Revelación.pe señalan que Herrera Ojeda ya fue notificado para que deje el cargo, aunque todavía no existe una resolución oficial. Desde el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) ha prevalecido el hermetismo sobre este caso. Pues este medio insistió con el gerente general, Johan Cano Pinto y la vicegobernadora Ana María Gutiérrez. Ninguno respondió las llamadas ni mensajes.
En reemplazo del todavía gerente de Agricultura se prevé nombrar al ingeniero Miguel Enrique Fernández Mares, ex administrador local de Agua Colca Siguas Chivay. También desempeñó otros roles en diversas entidades. Entre sus cargos anteriores destacan el de Administrador Técnico de la Administración Técnica Distrito de Riego Colca Siguas Chivay en 2006, así como Administrador Local del Agua en la ALA Ocoña Pausa durante dos años.
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Además, fue el primer Director de la Autoridad Administrativa del Agua Caplina Ocoña y Director de la Autoridad Administrativa del Agua Titicaca durante siete años. Su última posición fue como Secretario Técnico del Consejo de Recursos Hídricos Caplina Locumba en el año 2019.
Julio Herrera se va sin pena ni gloria y con cuestionamientos por malos manejos, irregularidades y delitos de corrupción. A inicios de su gestión, Revelación.pe destapó que se encuentra inmerso en una investigación por coludirse con proveedores cuando era funcionario de la Municipalidad de José Luis Bustamante y Rivero. Además, este diario también evidenció la contratación irregular de su sobrino en la sede central del GRA. Este pudo contratar con la entidad porque su tío no presentó su declaración jurada a la Contraloría.