Un hecho de violencia conmocionó al distrito de Yura, en Arequipa, cuando un padre y su hijo de 8 años fueron víctimas de un brutal asalto. Wilber Ismael Huilca Olivera (32) y su pequeño regresaban de cenar en el sector de La Pascana, llevando consigo S/ 1,500 ahorrados para comprar útiles escolares y pagar la matrícula del menor. Sin embargo, su esperanza se convirtió en pesadilla cuando un taxi los engañó y los atacó.

Wilber relató a ILetrados Noticias que, al subir a un taxi Kia de color rojo, el conductor abrió la puerta bruscamente y lo empujó. “Pensé que iba a abrir la ventana, pero abrió la puerta y me empujó. Arrancó y me pasó por encima de mi pierna”, contó entre lágrimas. El delincuente intentó huir con el niño dentro del vehículo, pero lo abandonó metros más adelante, llevándose el dinero y dejando a la familia en la desesperación.

Tras el ataque, Wilber y su hijo pasaron la noche refugiados en una vivienda vacía. Al día siguiente, un taxista solidario los trasladó a la base de serenazgo, desde donde fueron derivados al Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza. Allí, Wilber fue diagnosticado con una fractura en la pierna izquierda, mientras que su hijo, afortunadamente, no sufrió lesiones graves. Ambos esperan recuperarse mientras aguardan la llegada de su pareja desde Caylloma.

El padre de familia, quien llegó a Arequipa para trabajar como cuidador de una vivienda y ahorrar para la educación de su hijo, hizo un llamado desesperado por ayuda. “Necesitamos apoyo para mi pequeño, quien se quedó sin útiles escolares. No conocemos a nadie en Arequipa y estamos pasando por un momento muy difícil”, expresó Wilber, visiblemente afectado por la situación.

Este lamentable hecho deja al descubierto la inseguridad que enfrentan muchas familias en la región. Pero también el impacto devastador que tiene la delincuencia en los hogares más vulnerables. La comunidad arequipeña ha comenzado a movilizarse para brindar apoyo a Wilber y su hijo. Mientras las autoridades investigan el caso para dar con el paradero del conductor del taxi involucrado en el asalto.

La historia de Wilber y su pequeño es un recordatorio de la importancia de fortalecer la seguridad ciudadana y de trabajar juntos para proteger a las familias más necesitadas. Mientras tanto, la solidaridad de la comunidad se convierte en una luz de esperanza para esta familia que lucha por salir adelante.

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