En diciembre de 2023, Transportadora de Gas del Perú (TGP), operadora del ducto de gas natural de Camisea, despidió a 20 trabajadores, entre ellos 14 miembros del recién creado Sindicato Unitario de Transportadora de Gas del Perú (SUTRATGP). Este hecho, calificado como una violación a los derechos laborales, ha encendido las alarmas en un país donde la sindicalización enfrenta múltiples barreras.

El despido masivo ocurrió apenas nueve días después de que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) reconociera oficialmente al sindicato. Vladimir Salhuana, secretario general del SUTRATGP y uno de los despedidos, denunció que la medida fue una represalia directa por la formación del sindicato. “Nos despidieron por organizarnos y buscar mejorar nuestras condiciones laborales. Esto es una advertencia para que nadie más se atreva a discrepar”, afirmó Salhuana, quien trabajó 11 años en TGP.

El abogado del sindicato, Christian Sánchez, señaló irregularidades en los despidos. Las notificaciones se enviaron el 29 de diciembre, pero algunos trabajadores no recibieron la carta formal requerida por ley. Además, varios se encontraban en períodos protegidos, como vacaciones o descansos, lo que contraviene las normativas laborales. Sánchez también destacó que los despedidos estaban amparados por el fuero sindical, que les otorgaba protección hasta febrero de 2024.

TGP defendió su posición, argumentando que los despidos formaron parte de una reorganización operativa. La empresa aseguró que no tenía conocimiento del sindicato al momento de los ceses y que ofreció compensaciones superiores a 200.000 soles a los afectados. Sin embargo, estas afirmaciones chocan con las multas impuestas por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL). Esta sancionó a TGP con más de 217.000 soles por obstruir inspecciones y no entregar documentación clave.

Este caso expone las dificultades que enfrentan los trabajadores en Perú para organizarse sindicalmente. Con una tasa de sindicalización urbana de apenas el 2,2 %, según el MTPE, los sindicatos son una herramienta poco utilizada, en parte por el temor a represalias. La creación del SUTRATGP representó un hito en el sector energético, pero los despidos masivos han generado preocupación entre expertos y organizaciones laborales.

El conflicto no solo afecta a TGP, sino que también pone en evidencia la necesidad de fortalecer la protección de los derechos laborales en Perú. Mientras los trabajadores despedidos luchan por su reincorporación, este caso podría sentar un precedente negativo para futuros intentos de sindicalización en el país. Especialmente en sectores estratégicos como el energético. La reputación de TGP, clave en el transporte de gas natural, también está en juego, mientras el debate sobre prácticas laborales justas sigue en el centro de la escena.