En un auditorio con funcionarios públicos y representantes de la sociedad civil, se presentó el estudio “Hacia un nuevo modelo para mejorar la gestión de las inversiones descentralizadas”, elaborado por el Grupo Propuesta Ciudadana. La exposición, liderada por Jean Paul Benavente, exgobernador de Cusco, desnudó una realidad alarmante: más del 40% de los proyectos de inversión pública (PIP) presentan una brecha abismal entre el avance financiero y el físico, mientras miles de obras permanecen paralizadas en todo el país.
Benavente no solo expuso los problemas, sino que lanzó una propuesta contundente: reformar el sistema nacional de inversiones, Invierte.pe. “Es tiempo de desafiar los paradigmas del Ministerio de Economía y Finanzas”, afirmó. Criticó que el sistema actual, basado en un ciclo rígido de proyectos, no responde a las necesidades reales de la población. Además, señaló que la falta de claridad en las competencias y la débil articulación entre gobiernos locales, regionales y nacionales obstaculizan una gestión eficiente.
El panel de expertos que comentó el estudio no se quedó atrás. Yezelia Cáceres, economista de la UNSA, destacó la necesidad de alinear los presupuestos con los planes estratégicos de los gobiernos locales. “La participación ciudadana ya no orienta nada, es solo un trámite más”, lamentó, subrayando la urgencia de una reforma que devuelva sentido a estos procesos.
Jean Pier Escalante Díaz, representante del Gobierno Regional de Arequipa, fue más allá. Planteó que el problema radica en la estructura vertical del Estado, que impide decisiones ejecutivas ágiles. “Necesitamos un enfoque territorial que permita intervenciones más efectivas”, sostuvo, enfatizando que sin un rediseño organizacional, los cambios serán superficiales.
Luis Yufra Palomino, especialista en inversión pública, añadió otro ángulo crítico: el factor humano. “No solo se trata de normas, sino de personas que toman decisiones equivocadas”, afirmó. Denunció el aumento de inversiones imprevistas que han dejado proyectos inconclusos y la falta de registros de cierre, lo que impide incluso programar mantenimientos esenciales, como en el caso del Puente Chilina.
El estudio propone un giro radical: dejar atrás un modelo centrado en infraestructura y priorizar el cierre de brechas en servicios ciudadanos y desarrollo productivo. Con el apoyo de la Cooperación Alemana (GIZ) y el Natural Resource Governance Institute, este documento abre el debate sobre cómo reinventar la inversión pública para que realmente transforme vidas. Está disponible para descarga gratuita en la página del Grupo Propuesta Ciudadana.