Donald Trump sacudió el tablero energético y político este miércoles al anunciar que revocará las concesiones petroleras otorgadas a Venezuela. Esto obligará a Chevron a cesar sus operaciones en el país caribeño a finales de julio. La decisión, comunicada a través de su red social Truth Social, marca un giro en la política exterior de Estados Unidos hacia el régimen de Nicolás Maduro. Quién es acusado por Trump de incumplir acuerdos sobre deportaciones de «criminales violentos».

La medida representa un duro golpe para Venezuela, cuya economía depende en gran medida de las exportaciones de petróleo. Chevron, la única petrolera estadounidense que operaba en el país, había logrado aumentar la producción de crudo a más de 200.000 barriles diarios. De esa forma contribuyendo a que Venezuela superara el millón de barriles diarios en 2024. Con la salida de Chevron, el país enfrentará mayores dificultades para vender su petróleo en el mercado internacional, agravando su ya crítica situación económica.

La revocación de las licencias también pone fin a más de un siglo de presencia de Chevron en Venezuela. Un país que ha vivido crisis políticas, golpes de Estado y colapsos económicos. Aunque las acciones de la compañía cayeron menos del 1% tras el anuncio, la decisión de Trump podría tener repercusiones a largo plazo en el mercado energético global. Especialmente en un contexto de volatilidad de precios y tensiones geopolíticas.

La administración de Joe Biden había otorgado a Chevron mayor flexibilidad en 2022 para operar en Venezuela. Esto le permitió producir y vender petróleo a pesar de las sanciones contra Maduro. Sin embargo, la naturaleza temporal de la licencia y la incertidumbre política desalentaron inversiones significativas por parte de la empresa. Ahora, con el anuncio de Trump, Chevron deberá retirarse por completo, dejando un vacío que será difícil de llenar.

Para Venezuela, la salida de Chevron no solo significa una pérdida económica, sino también un retroceso en sus esfuerzos por recuperarse de años de crisis. La medida de Trump refleja un endurecimiento de las sanciones contra Maduro, tras unas elecciones controvertidas y una intensa represión contra la oposición. Mientras tanto, el país caribeño se enfrenta a un futuro incierto, con su principal fuente de ingresos bajo amenaza.

Este anuncio no solo redefine las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la industria petrolera en la región. ¿Podrá Venezuela encontrar nuevos socios comerciales? ¿O esta decisión profundizará su aislamiento internacional? Por ahora, el cierre de las operaciones de Chevron marca un nuevo capítulo en la turbulenta historia de Venezuela, con consecuencias que resonarán más allá de sus fronteras.