El Congreso de la República ha decidido adquirir 130 celulares de alta gama. Según dice, serán para que puedan marcar asistencia y votar de manera remota durante las sesiones del Pleno. Según el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace), los dispositivos forman parte del servicio denominado «Telefonía Móvil para asistencia y votación para las sesiones del Pleno». E incluirá un plan mensual de 10 GB de internet con tecnología 4G o 5G.
Los términos de la contratación establecen que los celulares deben cumplir con especificaciones técnicas avanzadas. Entre ellas, no tener más de un año de antigüedad desde su lanzamiento, contar con 6 GB de memoria RAM, reconocimiento facial, una batería con duración mínima de 6 horas y una pantalla de 6.6 pulgadas. Estas características han generado críticas, especialmente en un momento en que el país enfrenta una crisis económica y social.
El objetivo del servicio, según el documento publicado en el Seace, es «permitir que los señores congresistas puedan emitir de manera segura el marcado de asistencia y votación remotos de los temas en debate durante el desarrollo de los Plenos del Congreso». Los dispositivos serán utilizados exclusivamente para las aplicaciones del Sistema de Conferencia, Votación y Asistencia diseñadas para este fin.
La convocatoria del proceso de selección se realizó el 19 de febrero, y se prevé que el 5 de marzo se otorgue la buena pro del servicio.
No es la primera vez
Esta no es la primera vez que los congresistas reciben beneficios tecnológicos. En noviembre de 2023, 92 legisladores solicitaron iPhones para sus labores, en un contrato que incluía llamadas ilimitadas y servicio de internet. Sin embargo, en esa ocasión se trató de un alquiler, por lo que los dispositivos debían ser devueltos.
Entre los beneficiados en aquella oportunidad se encontraban congresistas de diversas bancadas.
La medida ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos defienden la necesidad de modernizar los procesos legislativos, otros cuestionan el gasto en dispositivos de alta gama en un contexto de austeridad y recortes presupuestarios. «Es inaceptable que se priorice la comodidad de los congresistas sobre las necesidades urgentes de la población», señaló un analista político.
El debate sobre el uso de recursos públicos para este tipo de adquisiciones sigue abierto. Especialmente en un escenario donde la ciudadanía exige mayor transparencia y responsabilidad en el manejo de los fondos del Estado. Mientras tanto, los congresistas se preparan para recibir sus nuevos dispositivos, que les permitirán participar en las sesiones del Pleno desde cualquier lugar.