Todos los días se denuncian deficiencias en los puestos de salud de la región; falta de personal, sin medicamentos, sin instrumental y hasta infraestructura en decadencia. Pero para el gerente de Salud, Rafael Gallegos Ramos, comprar sillas ergonómicas para todo el personal administrativo es mucho más importante. Muestra de sus prioridades equivocadas es la reciente inversión de 181 mil 566 soles para adquirir un lote de estos muebles de escritorio.

De acuerdo a la orden de compra N° 0000878 a la que accedió Revelación.pe, la Gerencia Regional de Salud (Geresa) ordenó la adquisición de 223 sillas ergonómicas con cabecera con las siguientes características: giratorias, regulables, forrado en tela para reposar y con cinco aspas en el espaldar. Todas confortables para evitar contracciones o dolores de espalda durante el horario laboral. 

El precio por unidad asciende a 814 soles que se pagó el 10 de diciembre del 2024 al proveedor La Casa del Suministro Perú S.A.C.S., con sede en el distrito de La Molina, en la ciudad de Lima. Este medio comprobó que el precio de estas sillas en el mercado arequipeño es mucho menor; entre S/ 200 y S/ 700 como máximo. Sin embargo, el gerente justificó el exorbitante gasto señalando que era una necesidad urgente. 

“No se ha hecho una renovación de sillas desde hace mucho tiempo. Hubo esa necesidad, se planteó y Logística hizo todos los procedimientos correspondientes. Se tenía un presupuesto y se destinó para la comodidad de nuestros trabajadores. Tenemos que mejorar también las condiciones laborales de nuestros trabajadores. Tenemos todos los documentos para mostrar que sí era una necesidad”, declaró el gerente Rafael Gallegos a este medio. 

Una clara muestra de indiferencia a los cientos de pacientes que a diario padecen por la deficiente atención en centros de salud y hospitales. Tal parece que el problema de la Geresa no es la falta de presupuesto, sino la imprudencia en el gasto por parte de los funcionarios.

El consejero César Huamantuma Alarcón cuestionó dicha compra al considerarla innecesaria, puesto que, podrían haberse adquirido estos objetos a un precio menor. “De nuevo nos estamos encontrando con casos en los cuales no se está cautelando los recursos del Estado. ¿Es necesario en medio de tanta emergencia comprar sillas? Habría que preguntarse si se justifica en comprar estos instrumentos en una época tan difícil”, aseveró Huamantuma.