El papa Francisco enfrenta un desafío de salud que ha encendido las alarmas en el Vaticano. Este martes, fuentes oficiales confirmaron que el sumo pontífice sufre de neumonía bilateral, una condición clínica «compleja» que lo mantiene hospitalizado en el Gemelli de Roma desde hace cinco días.

Jorge Mario Bergoglio, de 86 años, ingresó al hospital por una «infección polimicrobiana de las vías respiratorias». Un TAC torácico reveló la presencia de neumonía en ambos pulmones, lo que requirió un tratamiento farmacológico intensivo. A pesar de la gravedad del diagnóstico, el Vaticano aseguró que el papa está de «buen humor» y sigue realizando actividades cotidianas como leer periódicos y tomar desayuno.

Sin embargo, la situación ha obligado a cancelar todas sus actividades públicas. Este martes se informó que no presidirá la audiencia jubilar del sábado ni la misa del domingo. La infección, que se desarrolló en un contexto de bronquiectasia y bronquitis asmática, ha complicado su tratamiento, requiriendo el uso de antibióticos y cortisona.

La neumonía bilateral, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una infección respiratoria aguda que afecta ambos pulmones, inflamando los alvéolos y dificultando el intercambio de oxígeno. En personas mayores, como el papa Francisco, esta condición puede ser especialmente grave debido al debilitamiento del sistema inmunológico, aumentando el riesgo de complicaciones como insuficiencia respiratoria o sepsis.

Mientras el mundo católico sigue de cerca su evolución, el Vaticano ha asegurado que se publicarán partes médicos regulares para mantener informados a los fieles. Por ahora, el papa Francisco enfrenta este reto con la serenidad y fortaleza que lo caracterizan, mientras su equipo médico trabaja para garantizar su recuperación.