El inicio del año escolar en el colegio Arequipa estará marcado por un conflicto que involucra a padres de familia y autoridades educativas. Esto debido a la reubicación temporal de los estudiantes del colegio Arequipa, por la reconstrucción de sus instalaciones. La Gerencia Regional de Educación propuso que los alumnos sean trasladados al colegio Micaela Bastidas y a la institución educativa Vía Ecológica, medida que ha generado rechazo en ambas comunidades educativas.

La gerente regional de Educación, Cecilia Jarita, explicó que la demora en la construcción de infraestructura en el colegio Arequipa se debe a problemas con la licencia municipal de construcción. «Faltaba designar a un responsable de patrimonio y cultura, lo cual ya se resolvió con la designación de un arquitecto y un arqueólogo. Sin embargo, la licencia podría demorar entre 80 y 90 días», señaló Jarita. Mientras tanto, las estudiantes del colegio Arequipa iniciarán clases en el turno tarde. «Los alumnos del colegio Arequipa iniciarán labores escolares en la institución educativa Vía Ecológica en San Lázaro y en el colegio Micaela Bastidas, en el turno de tarde», agregó.

No se ponen de acuerdo

No obstante, los padres de familia del colegio Arequipa se oponen rotundamente a esta medida. Lucero Vilca, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (PAFA), expresó su indignación: «No es posible que niñas de primaria, de 6 a 8 años, tengan que estudiar en el turno de la tarde. Los padres no aceptamos esta imposición». Vilca también denunció que el colegio Micaela Bastidas no cuenta con las condiciones adecuadas para recibir a más estudiantes y cuestionó por qué no se permite que los alumnos regresen a su institución mientras se resuelven los trámites. «Hemos esperado más de un año para las licencias, ¿por qué no podemos esperar cuatro meses más?», preguntó. Aseguró que el problema no es con los padres del colegio Micaela Bastidas si no con las autoridades que insisten en perjudicarlas, de acuerdo a su opinión.

Por su parte, los padres de familia del colegio Micaela Bastidas también rechazaron la medida. Luis Carpio, presidente de la APAFA de este colegio, afirmó que su institución no puede albergar a los alumnos del colegio Arequipa debido a problemas de infraestructura y la reducción de horarios que implicaría. «Tenemos un pabellón completo inhabilitado y actividades extracurriculares en la tarde, como danza y banda. No hay garantías para recibirlos», dijo Carpio. El horario de ingreso de adelantaría, se reduciría un recreo y las alumnas del Micaela Bastidas saldrían más temprano. Además, señaló que ya han cedido un terreno de más de 1,200 metros cuadrados para la construcción de aulas prefabricadas, al frente de la institución, en la calle Ayacucho, pero estas no se han edificado. «Hasta el 11 de febrero, no se ha construido ni un aula», precisó.

Dante Apaza, miembro del Consejo Educativo Institucional (CONEI) del colegio Micaela Bastidas, respaldó la postura de los padres y explicó que el colegio ya está colaborando con el colegio Arequipa. «Son 16 aulas prefabricadas proyectadas para el turno de la mañana y 16 para la tarde, lo que suma 32 aulas. Sin embargo, no se ha avanzado en su construcción», indicó. Apaza también criticó la falta de un plan de contingencia claro por parte de la Gerencia Regional de Educación y rechazó que se les presente como «los malos» del conflicto.

La situación ha generado tensiones entre ambas comunidades educativas. Los padres de familia del colegio Arequipa anunciaron que no acatarán la medida y realizarán una vigilia para exigir una solución. «Vamos a volver al colegio Arequipa. Nos comprometemos a reparar las puertas y baños con nuestro propio dinero, pero no permitiremos que nuestras hijas estudien en condiciones inadecuadas», afirmó la representante de la APAFA del colegio Arequipa.

Insisten en que no habrá perjuicio

Mientras tanto, las autoridades educativas insisten en que el plan de contingencia garantizará el bienestar de los estudiantes y el cumplimiento del calendario escolar. «Estamos trabajando para que no se perjudique el aprendizaje de los alumnos. Los horarios y la currícula se cumplirán», aseguró Jarita. Sin embargo, la falta de consenso y la desconfianza de los padres de familia hacia las autoridades complican la resolución del conflicto.

El problema también ha expuesto las deficiencias en la infraestructura educativa del colegio Micaela Bastidas. El colegio Micaela Bastidas reporta un pabellón en estado de emergencia, rajaduras en otro edificio y un muro de sillar que podría colapsar. «Ni siquiera nos han traído una bolsa de cemento para reparaciones», lamentaron los representantes del colegio Micaela Bastidas.