A pesar de las restricciones horarias impuestas por la Municipalidad de J. L. B. y R., los vecinos de la Av. Dolores denuncian que numerosos locales nocturnos continúan operando fuera del horario establecido, generando molestias y poniendo en riesgo la seguridad de la zona.
A pesar de las restricciones de la Municipalidad de José Luis Bustamante y Rivero, los locales nocturnos en la avenida Dolores continúan operando de forma irregular, lo que genera molestias y riesgos para los vecinos. La falta de control y la presencia constante de jóvenes en estado de ebriedad se han vuelto habituales en la zona.
Elizabeth Rosello, vecina del lugar, denunció que muchos locales, supuestamente clausurados, reabren con facilidad. «Ponen bloques de concreto, pero los mueven para seguir entrando. Esto es letra muerta», señaló, lamentando la ausencia de operativos por parte de la Municipalidad.
Los vecinos han identificado la inacción del área de Fiscalización como un problema, señalando que el alcalde Fredy Zegarra Black no ha realizado los operativos necesarios para controlar estos desmanes. La comunidad ha exigido una intervención más efectiva de las autoridades.
“La única solución es la zonificación”, mencionó la dirigente vecinal, explicando que el Instituto Municipal de Planeamiento (IMPLA) ya emitió un estudio que indica que algunos locales deben ser reubicados. Sin embargo, la falta de voluntad política ha frenado la implementación de esta medida.
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Seguridad en riesgo
La situación ha provocado que grupos de jóvenes consuman alcohol en plena vía pública de la avenida dolores, lo que ha aumentado la inseguridad en la zona y pone en peligro tanto a los residentes como a los propios asistentes.
“Pensábamos que este alcalde sí iba a hacer algo, pero no entendemos por qué no actúa”, lamentó un vecino. Los residentes han anunciado que seguirán presionando para que se cumplan las normas y se garantice el orden en la Av. Dolores.
El descontrol en los locales nocturnos terminó con la captura de un ciudadano venezolano, sorprendido manejando en estado de ebriedad cerca del grifo Primax. La operación irregular de estos establecimientos, fuera de los horarios establecidos, ha generado preocupación entre los residentes, quienes exigen mayor control.
