La llegada del Año Nuevo trae rituales llenos de simbolismo, pero también conlleva riesgos potenciales. El Director Ejecutivo de la Dirección Ejecutiva de Diremid (DIREMID), Alberto Contreras, alertó sobre el auge de los baños de florecimiento e indicó que una ejecución inadecuada de estos puede causar daños a la salud. «Es crucial verificar el origen de los productos utilizados; deben adquirirse en lugares autorizados que cumplan con las condiciones de almacenamiento», afirmó Contreras. Advirtió que la exposición de estos productos al sol o la venta en mercadillos altera su composición y puede provocar alergias o infecciones.
Otra práctica riesgosa asociada a estos rituales es la ingesta de perfumes o aguas floridas durante los baños. Según Contreras, este hábito incrementa la probabilidad de infecciones gastrointestinales. «Evitar consumir estas sustancias y utilizar productos con registro sanitario es la opción más segura», recomendó.
No obstante, ante las celebraciones de Año Nuevo también hay otros riesgos. La contaminación ambiental aumenta de forma significativa debido a la quema de pirotecnia y muñecos, una tradición profundamente arraigada por estas fechas. El ingeniero Yuri Isasi de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambientalde la Geresa precisó que estas prácticas elevan de manera alarmante los niveles de dióxido de azufre. «En una sola noche, la contaminación puede cuadruplicarse, con efectos severos en las vías respiratorias», señaló.
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El uso masivo de pirotecnia afecta tanto la salud humana como el ambiente, tanto a corto como a largo plazo. Isasi indicó que el humo no solo agrava afecciones como la bronquitis, sino que algunos componentes químicos presentes en los fuegos artificiales pueden ocasionar enfermedades graves. También destacó el impacto del ruido generado por estos dispositivos, que daña la audición y afecta especialmente a personas sensibles.
La calidad del aire en Arequipa ya enfrenta grandes retos debido al parque automotor, pero las celebraciones con pirotecnia agravan el problema de forma crítica. «Si queremos reducir estos efectos negativos, debemos cambiar nuestras prácticas y adoptar alternativas más seguras para la salud y el ambiente», enfatizó Isasi.
Ambos especialistas hicieron un llamado a la población para tomar decisiones responsables. Contreras subrayó la importancia de ser precavidos con los rituales culturales y los insumos utilizados, mientras que Isasi instó a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones.
