La detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela ha escalado en un conflicto diplomático entre ambos países. El gobierno de Nicolás Maduro lo acusa de participar en supuestos «planes terroristas», un caso que también involucra a Javier Milei y Patricia Bullrich, a quienes atribuyen un intento de desestabilización.

El canciller venezolano, Yván Gil, afirmó que capturaron a Gallo con pruebas que lo vinculan a un complot violento. Mientras tanto, desde Argentina, Milei calificó el arresto como un «secuestro ilegal» y exigió que liberen de inmediato al gendarme, quien, según él, ingresó a Venezuela únicamente para visitar a su familia.

Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, acusó al régimen de Maduro de «tomar rehenes extranjeros» para garantizar su impunidad política. Según sus declaraciones, Venezuela intenta replicar negociaciones como las realizadas con Estados Unidos, donde intercambiaron presos por beneficios políticos en diciembre pasado.

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El gobierno de Venezuela asegura que Gallo intentó infiltrarse en su territorio y que lo están procesando con respeto al debido proceso. No obstante, las autoridades argentinas, lideradas por Milei, intensifican los esfuerzos diplomáticos para lograr su liberación.

Tensión diplomática

Analistas afirman que esta crisis refleja un trasfondo geopolítico. Venezuela enfrenta tensiones internas por la transición de poder programada para el próximo 10 de enero, mientras que Argentina, bajo el liderazgo de Milei, endurece su discurso contra los regímenes autoritarios en la región.

Además del caso de Gallo, Bullrich denunció que el gobierno venezolano detuvo a un chofer de la embajada argentina en Caracas, lo que refuerza la percepción de hostilidad hacia el país sudamericano. Según Bullrich, estos actos forman parte de una estrategia para presionar a países democráticos.

El caso Gallo complica la relación entre ambos países y resalta los riesgos de las tensiones diplomáticas. Mientras la justicia venezolana avanza en el proceso, Argentina busca resolver el conflicto sin comprometer su postura firme frente al gobierno de Maduro.