Una pandilla liderada por Monel Mikano Félix masacró a 184 personas en Cité Soleil, Puerto Príncipe, entre el viernes y sábado pasados. Según la ONG Comité por la Paz y el Desarrollo (CPD), Félix culpó a ancianos practicantes de vudú de la enfermedad de su hijo, lo que desató la matanza. “Decidió castigar cruelmente a las personas mayores y practicantes de vudú”, declaró la organización.

Las víctimas, mayoritariamente mayores de 60 años, fueron asesinadas con machetes y armas blancas. Sus cuerpos aparecieron mutilados y quemados en las calles, reportó CPD. Naciones Unidas confirmó que 127 de los fallecidos eran ancianos. “Este acto es un ataque directo a la humanidad”, afirmó el primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aime, quien calificó el crimen de “barbarie”.

Cité Soleil: un barrio bajo control criminal

El distrito de Cité Soleil está bajo el control de pandillas desde hace años, y el Estado prácticamente ha desaparecido de la zona. La prohibición de usar teléfonos móviles impide documentar más detalles. Félix lidera Wharf Jeremie, una banda que, según la ONU, cuenta con 300 integrantes y opera en múltiples áreas de Puerto Príncipe.

Actualmente, el 80 % de Puerto Príncipe está controlado por pandillas. A pesar del despliegue de una misión policial liderada por Kenia y respaldada por la ONU y Estados Unidos, la violencia continúa en ascenso. Este año, las muertes atribuidas a pandillas han alcanzado las 5,000, según datos oficiales.

Religión vudú y conflicto cultural

El vudú, religión con raíces africanas reconocida oficialmente en Haití desde 2003, ha enfrentado históricamente discriminación. Este ataque refleja no solo el poder de las pandillas, sino también la persistencia de prejuicios hacia esta práctica espiritual. Naciones Unidas y organizaciones locales han pedido una intervención internacional más efectiva para restaurar la seguridad.

Human Rights Watch instó este lunes a reforzar la misión de seguridad en Haití, señalando que la situación ha alcanzado “niveles catastróficos”. La ONG advirtió sobre la expansión de los grupos criminales, mientras la población enfrenta desplazamientos, hambre y temor constante. La comunidad internacional aún debate la transformación de la misión de la ONU en una fuerza de paz más robusta.