Blanca Mercedes Gómez, pareja de David Gómez Boluarte, hijo mayor de la presidenta Dina Boluarte, fue nombrada como tercera secretaria de la Representación Permanente del Perú ante la ONU en Nueva York, según una resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores emitida en noviembre de 2023. Meses después, el hijo de la mandataria también recibió una designación en la misma misión diplomática. Esta coincidencia ha suscitado críticas sobre un posible uso indebido de influencias para favorecer a ambos.

La Dra. Betty Criado, experta en políticas internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, calificó estas decisiones como inusuales en una entrevista para el programa Día D. “No es habitual que los jóvenes diplomáticos obtengan estas posiciones tan rápidamente. Hay funcionarios con más antigüedad que quedaron relegados. Esto podría deberse a su relación personal”, afirmó. Las declaraciones de Criado reflejan el malestar existente en sectores del cuerpo diplomático, donde algunos consideran que estas designaciones desvirtúan los procesos meritocráticos.

Por su parte, el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores, Eric Anderson Machado, reconoció la legitimidad de las inquietudes, aunque defendió el proceso de selección. “Desconozco cuánto haya influido su relación en el proceso, pero todos los nombramientos fueron evaluados objetivamente”, sostuvo en el mismo reportaje. Sin embargo, la percepción de favoritismo persiste, especialmente al considerar que ambos cargos diplomáticos se realizarán en la misma sede de la ONU en Nueva York.

Respuestas

Algunos analistas sugieren que las designaciones podrían haberse efectuado para evitar la separación de la pareja mientras cumplen funciones en el extranjero. Además, la resolución que oficializa las fechas de inicio de funciones de ambos aún no ha sido emitida, lo que alimenta la incertidumbre sobre los procedimientos.

El canciller Elmer Schialer también abordó la controversia, asegurando que no hubo nepotismo en estos nombramientos. “La selección se realizó considerando dos criterios: legalidad y aptitud profesional. No vamos a empezar ahora con nepotismos”, declaró Schialer, subrayando que los procesos están diseñados para garantizar objetividad. No obstante, su posición no ha logrado disipar las críticas en torno al manejo político del Ministerio de Relaciones Exteriores.