La minera proyecta que su energía provenga mayoritariamente de fuentes hidráulica y solar, avanzando hacia la sostenibilidad en el sector.

Cerro Verde, una de las principales mineras del país, anunció su objetivo de consumir exclusivamente energía renovable para 2026 como parte de su estrategia de sostenibilidad. Julia Torreblanca, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de la empresa minera, afirmó: “Para el 2026, estamos logrando que casi el 100 % de la energía que consumimos provenga de una fuente renovable”.

La compañía prevé que la mayor parte de este suministro se origine en fuentes hidráulica y solar, complementadas por energía térmica. La meta establecida es con el fin de que la minera Cerro Verde reduzca su huella de carbono hacia el 2030.

Además, este cambio forma parte de su meta de reducir un 15 % la intensidad de sus emisiones de gases de efecto invernadero en unos seis años aproximadamente. “Cerro Verde es clave para lograrlo porque nosotros vamos a contribuir en alrededor del 7 % para que esta meta (de Freeport McMoRan) se alcance”, señaló Julia Torreblanca.

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La minera, perteneciente al grupo económico Freeport McMoRan, también comparte la aspiración corporativa de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Para ello, implementa una política basada en tres pilares: reducción de emisiones, resiliencia frente al cambio climático y promoción del cobre como elemento esencial para la descarbonización global.

El compromiso de Cerro Verde resalta el rol de las empresas mineras en la transición hacia un futuro más sostenible, destacando la importancia de su aporte a la economía y el medio ambiente. El uso de las fuentes hidráulica y solar es solo un paso.

Energías sostenibles

La transición hacia energías renovables en las industrias no solo representa un avance tecnológico, sino un cambio de paradigma hacia una economía más consciente y responsable. En un contexto donde el cambio climático exige acciones inmediatas, la apuesta por fuentes limpias como la solar e hidráulica es un recordatorio de que el desarrollo sostenible no es una opción, sino una necesidad imperante. Este desafío global requiere de compromisos concretos y colaborativos que impulsen una transformación profunda en todos los sectores productivos.