La encuesta de Ipsos para el CADE Ejecutivos 2024 refleja un marcado pesimismo empresarial ante el retroceso del país, señalando la inseguridad y la falta de respuesta gubernamental como los principales desafíos.

La reciente encuesta de Ipsos, aplicada entre el 24 de octubre y el 7 de noviembre a líderes de las 5 mil principales empresas del país, revela un escenario desalentador para el Perú. El 77% de los ejecutivos considera que el país está retrocediendo, mientras que la desaprobación hacia la presidenta Dina Boluarte alcanza el 93%. Arturo Torres, gerente de Ipsos, calificó esta percepción como «una de las más pesimistas de la última década» y destacó que está directamente relacionada con «el deterioro en seguridad ciudadana y la percepción de incapacidad del gobierno para enfrentar el crimen organizado».

Torres señaló que la falta de confianza en el liderazgo político se refleja en las cifras de desaprobación: «El Congreso tiene un respaldo mínimo del 2%, lo que evidencia una desconexión total entre las autoridades y las expectativas ciudadanas». Además, subrayó que la continuidad del ministro del Interior, pese a los cuestionamientos, afecta gravemente la imagen del Ejecutivo. “Es un tema central para los empresarios. La sensación de impunidad y la inacción del gobierno profundizan el desencanto”, afirmó.

El contexto político agrava esta percepción. La censura del ministro de Energía y Minas por el Congreso, refuerza la idea de un gobierno debilitado, incapaz de consolidar liderazgos efectivos. Para Torres, esta situación “aumenta la inestabilidad, lo que preocupa a los empresarios que buscan señales claras de gobernabilidad”.

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Problemas urgentes

En el desglose de problemas más críticos, la corrupción (83%) y la inseguridad (82%) destacan como las principales preocupaciones del empresariado. La percepción de inseguridad ha crecido significativamente en un año, pasando del 58% al 82%, un cambio que Torres atribuye a la creciente incidencia del crimen organizado. «La falta de respuesta eficaz por parte del gobierno genera una sensación de vulnerabilidad en todos los sectores», aseguró.

A pesar de este panorama, las proyecciones económicas no son completamente negativas. El 47% de los empresarios prevé un crecimiento moderado en sus ingresos para 2025, aunque mantienen una postura cautelosa respecto al entorno de negocios. Torres indicó que «este optimismo medido se basa en la resiliencia del sector privado, que ha aprendido a operar en medio de crisis recurrentes». Sin embargo, advirtió que «sin mejoras en seguridad y un entorno político más estable, este optimismo podría desmoronarse».

Distancia con el gobierno

En cuanto a las relaciones entre el gobierno y el empresariado, el foro CADE Ejecutivos 2024 puso en evidencia un distanciamiento notable. Gonzalo Galdós, titular de IPAE Acción Empresarial, destacó que, a diferencia de años anteriores, ningún ministro asistió al evento, lo que calificó como «una señal clara de desinterés por parte del Ejecutivo». Este desencuentro, según Torres, «refuerza la percepción de que el gobierno no prioriza la inversión privada ni el diálogo con los sectores productivos».

Por último, Torres señaló que la crisis política y los escándalos recientes han deteriorado aún más la imagen de Boluarte. «Casos como el de los relojes Rolex o la fuga de su hermano afectan la credibilidad del Ejecutivo», afirmó. Agregó que el empresariado demanda acciones concretas y liderazgo efectivo para recuperar la confianza. «El gobierno tiene la oportunidad de revertir esta situación, pero para ello debe priorizar la seguridad, combatir la corrupción y establecer un diálogo genuino con el sector privado», concluyó.