La presidenta ensalzó el rol de las madres de ollas comunes, pero su comentario desató críticas por ignorar el costo real de la canasta básica y la inseguridad alimentaria que enfrenta el país.
Dina Boluarte, presidenta de la República, generó controversia al afirmar que con «10 solcitos» es posible preparar un menú completo. Esto lo indicó durante un evento con madres de ollas comunes. La declaración contrasta con la realidad revelada por estudios que muestran un incremento del 14 % en la canasta básica. Y una necesidad mensual de S/ 744 para subsistir, según Oxfam y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
La precariedad de las ollas comunes, esenciales en sectores vulnerables, desmiente las palabras de la mandataria. Aunque estas organizaciones logran maximizar recursos, la falta de apoyo estatal y el alza de precios limitan su impacto. Además, un informe del INEI refleja que el gasto en alimentos consume un 29.5 % del ingreso promedio familiar, poniendo en evidencia la crisis.
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El Índice Global del Hambre 2024 posiciona a Perú con uno de los peores puntajes en los últimos 15 años. Según el informe, 23 departamentos presentan niveles de hambre moderada o grave, agravados por la crisis climática y desigualdades estructurales. Este panorama requiere acciones más contundentes para garantizar el acceso a alimentos básicos.
Jessica Huamán, Coordinadora Nacional por la Seguridad Alimentaria, destacó la importancia del rol de las mujeres en la lucha contra el hambre. Sin embargo, señaló la necesidad de involucrar a los gobiernos locales y proporcionar herramientas efectivas para garantizar la seguridad alimentaria, especialmente para mujeres gestantes y sus hijos.
La desconexión entre el discurso oficial y la realidad alimentaria refleja una falta de enfoque en políticas públicas efectivas. Los recortes presupuestales y la ausencia de estrategias sostenibles perpetúan la vulnerabilidad de miles de familias peruanas. Las ollas comunes, aunque fundamentales, no deben ser el único recurso en la lucha contra la inseguridad alimentaria.
La crisis alimentaria que atraviesa el Perú exige respuestas integrales y sostenibles que aseguren no solo el acceso a alimentos. Sino también la reducción de desigualdades. Más allá de palabras optimistas, se requiere acciones concretas para enfrentar esta problemática que afecta al futuro del país.